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05 abril 2024

IA y sostenibilidad, ¿tenemos un problema?

Para enlazar los modelos de IA con los datos, se requiere una solución de almacenamiento que proporcione en todo momento un acceso fácil y fiable a los datos de los silos y las aplicaciones.

Con la IA cada vez podemos hacer más cosas. Sin embargo, el impacto medioambiental de esta tecnología suele olvidarse, un hecho relevante si tenemos en cuenta que cada vez son más las organizaciones que apuestan por ella.

El entrenamiento de los modelos de IA exige unas cantidades enormes de datos. Cada uno de sus componentes consumen energía, pero la potencia de cálculo de las GPU es lo que más la necesita. Según un estudio de la Universidad de Massachusetts, el entrenamiento de los modelos de IA populares podría generar unas emisiones de 284 000 kg de CO2, lo mismo que 31 vueltas de un coche a la Tierra.

En el sector del almacenamiento se pueden tomar medidas concretas para reducir este impacto medioambiental. Las soluciones de almacenamiento totalmente flash son mucho más eficientes energéticamente que el almacenamiento basado en disco tradicional (HDD): las soluciones totalmente flash pueden reducir hasta un 85% el consumo energético respecto al HDD. Algunos proveedores van incluso más lejos y no utilizan unidades de estado sólido estándar, sino que desarrollan sus propios módulos flash, esto permite que las cabinas totalmente flash se comuniquen directamente con el almacenamiento. Así se pueden maximizar las capacidades del flash y lograr un rendimiento, un consumo energético y una eficiencia aún mayores, es decir, unos centros de datos que necesitan menos energía, espacio y enfriamiento.

Además, estas soluciones están mejor preparadas para ejecutar los proyectos de la IA que las de disco duro. Esto se debe a que, para enlazar los modelos de IA con los datos, se requiere una solución de almacenamiento que proporcione en todo momento un acceso fácil y fiable a los datos de los silos y las aplicaciones, algo que no suele ser posible con el HDD.

También se precisa más energía procedente de fuentes renovables, ya que cada vez hay chips y GPU más potentes que necesitan y consumen más energía para funcionar, por lo que la industria tiene que apostar fuerte por la eficiencia energética, algo que ya está ocurriendo, por ejemplo en el proceso de producción se mejora constantemente y se está experimentando mucho con nuevos materiales. Para ello, los fabricantes cuentan con la ayuda de la UE, que, con su Ley de Chips, está apostando por la capacidad computacional, la eficiencia energética, los beneficios medioambientales y la IA.

La IA tiene efectos en el medio ambiente, pero iniciativas como el almacenamiento flash o la mejora de la sostenibilidad de los centros de datos pueden reducir este impacto. Todos los sectores pueden adoptar medidas concretas para un progreso más sostenible, es algo que ya se está haciendo a gran escala, pero siempre se puede ir más deprisa. No olvidemos que es importante seguir invirtiendo para combatir el cambio climático.

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Adela de Toledo
Pure Storage
Country Manager