El mundo IoT viene caracterizado por la ubicuidad de los dispositivos que se conectan para poder interactuar con el mundo real lo que plantea condicionantes a tener en cuenta para realizar un despliegue con éxito.
Si bien los dispositivos/sensores se han conseguido miniaturizar hasta tamaños muy asumibles se requiere mantener una conectividad continua durante largos periodos de tiempo, incluso de varios años, lo que traslada el reto a las redes de comunicación que han de soportarlo.
Las particularidades del mundo IoT imponen una serie de condicionantes a estas redes.
- Coste. Interfaces que agreguen mínimo incremento de coste de los dispositivos
- Mínimo consumo energético. En muchos casos el acceso a los dispositivos para cambiar o recargar baterías será costoso.
- Seguridad. Evitar accesos no autorizados así como la suplantación de dispositivos (autenticación).
- Sencillez. La conexión y puesta en servicio ha de ser sencilla para simplificar el despliegue
- Poco ancho de banda con transmisiones de ráfaga (mensajes de estado, medidas, etc.)
Según el objeto del despliegue podemos distinguir distintos tipos de redes.
Las redes personales son de corto alcance (metros) y vinculadas a dispositivos que una persona puede llevar. Suelen ir asociadas a dispositivos de comunicación (auriculares, teléfono, video, música) o de monitorización (pulseras de medición de actividad, sensores médicos, etc.). No suele ser crítica la duración de la batería ya es fácilmente sustituible o recargable. Uno de los protocolos más habituales es Bluetooth o su variante de bajo consumo de energía – Bluetooth Low energy. (BLE).
Las redes locales han de cubrir mayor área como una casa, una fábrica con rangos de centenares de metros. Lograr la conectividad va presentar mayores dificultades y para ello contamos con diferentes tecnologías.
- Wifi. Los componentes radio presentan alto consumo no estando optimizada para conexiones radio de poco ancho de banda y de conexión esporádica. Su ventaja es ser ampliamente disponible.
- ZigBee, 6LoWPAN, Z-Wave o Thread. Optimizadas para las necesidades de IoT (bajo consumo y ancho de banda). Permiten también crear redes malladas aumentando la cobertura. .
Las redes extensas requieren ofrecer coberturas del orden de decenas de Km con dispositivos dispersos en un área que dificulta mucho su acceso y mantenimiento. La optimización en el consumo de energía es crítico. Son el tipo de redes que se despliegan para entornos de SmartCities, zonas rurales, etc
Encontramos diferentes soluciones de conectividad compitiendo por liderar este mercado de conectividad LPWAN (Low Power WAN).
- M2M a través de operadores celulares con tecnologías GPRS/3G/LTE-M (banda licenciada).
- Redes prestadas por operadores de conectividad IoT en banda libre como Sigfox.
- Redes específicas basadas en tecnologías estándar como LoRaWAN, weightless o NB-IoT.
Dominion
Gerente de Negocio
