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17 septiembre 2015

Seguridad y disponibilidad de los grandes emergentes: IoT y BigData

El internet de las cosas conduce a un aumento vertiginoso de los volúmenes de datos, lo cual demandará a las organizaciones un perfeccionamiento en la gestión y la seguridad de la información

El Internet de las cosas se define como el conjunto de objetos cotidianos, interconectados con internet para ejecutar tareas y /o realizar seguimientos de actividades que mejoren los que hacemos o permitan hacer cosas que hasta ahora no eran posibles. La cantidad de dispositivos electrónicos que se pueden conectar a nuestra vida cotidiana es enorme, desde coches que te avisan que has olvidado cerrar las puertas, neveras que te envían un email para decirte  qué y donde debes comprar, hasta dispositivos que incluso podemos llevar puestos para monitorizar nuestras constantes vitales y nuestra calidad del sueño, entre otras.

 
IoT, Internet de las cosas surgió entre 2008 y 2009 designando un momento en el que eran más las cosas conectadas a internet que las personas. Este es un fenómeno imparable, y se estima que en 2020, cincuenta mil millones de dispositivos estarán conectados.  Este rápido desarrollo del Internet de las cosas se debe a la demanda de calidad de vida, gestión eficiente de los recursos y desarrollo sostenible por parte de los ciudadanos, instituciones y empresas.
 
Cada día se crean 2,5 trillones de bytes de datos, y gran parte de ellos se generan del Internet de las cosas. Con esta gran cantidad de datos, la seguridad es una ardua tarea y una gran preocupación para los CISOs. El internet de las cosas conduce a un aumento vertiginoso de los volúmenes de datos, lo cual demandará a las organizaciones un perfeccionamiento en la gestión y la seguridad de la información.
 
Este aumento de dispositivos conectados a internet ha despertado aún más la imaginación de los hackers que están empleando nuevos métodos de ataque. Mientras que los fabricantes se focalizan en desarrollar rápidamente nuevas aplicaciones que sean fáciles y cómodas sin tener en cuenta los sistemas de seguridad en el desarrollo del diseño.  La gestión de las contraseñas y la seguridad queda en mano de los usuarios que es la principal vulnerabilidad y puerta de acceso. Un reciente estudio de una empresa de Walthan, nos dice que el 1 % de los empleados son los responsables del 75% del riesgo. 
 
Los hackers  saben de la inexperiencia de algunos desarrolladores y usuarios en materia de seguridad y se aprovechan de ésta. Los nuevos ataques se dirigen a los usuarios y no tanto a la infraestructura.
 
Las herramientas tradicionales de seguridad tienen que complementarse con soluciones capaces de monitorizar todos estos dispositivos con esta ingente cantidad de datos y no solo  detectar un ataque cuando ya se ha producido, sino de prever ataques, actividades sospechosas y anomalías.
 

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Ángeles Mena
Logtrust
CMO