La pandemia ha cambiado radicalmente el contexto económico y social en todo el mundo y las empresas se han visto obligadas a acelerar su necesaria transformación digital. Hoy, la tecnología es una cuestión estratégica y la nube es indispensable para hacer frente a los cambios a la velocidad a la que se están produciendo.
Las infraestructuras cloud son la llave de la innovación y dejan atrás las ataduras de los tradicionales entornos de TI, más lentos, complejos e ineficientes. Ofrecen una experiencia de consumo y una orientación a servicio para cada nivel de infraestructura (cómputo, almacenamiento, red, seguridad) y ubicación (on-premise, edge, SP o nube pública). Además, facilitan la estandarización de los procesos y sus operaciones, respetando la capacidad de elección en sus componentes. Así, al igual que ocurre con cualquier otra decisión trascendental del negocio, el porqué y el cómo implantarlas adquiere un valor fundamental y siempre tiene que estar ligado a las necesidades y expectativas que tenga sentido cubrir.
Una vez que esto queda claro, es más sencillo decidir cuál es el modelo de nube más conveniente. En 2022 seguiremos siendo testigos del despegue de la nube híbrida multicloud, por su adaptabilidad y flexibilidad ante necesidades cambiantes. De hecho, nuestro último estudio Enterprise Cloud Index ya señalaba que un 47% de las empresas españolas implementará estos modelos en los próximos cinco años debido a la pandemia, lo que hará que la penetración de los centros de datos tradicionales se desplome desde el 18% actual hasta apenas el 1% en los próximos cinco años.
Finalmente, también es fundamental ofrecer a los negocios un modelo de suscripción donde solo se pague por lo que se use, con flexibilidad para ampliar o reducir su infraestructura y capacidad para cambiar su ubicación. Las empresas tienen que adaptar el uso de sus aplicaciones y datos a la demanda de sus clientes y necesitan contar con una infraestructura capaz de moverlos fácilmente entre nubes y entornos tecnológicos de forma transparente. El ejemplo más claro es el de aquellas compañías que necesitan ampliar su capacidad durante campañas promocionales o replegarse para reducir gastos operativos durante ciertas fases del año.
Por todo ello, desde Nutanix seguiremos trabajando para poner a disposición de las empresas y AA.PP. una “infraestructura digital inteligente”, que sea flexible, sostenible, eficiente, escalable, capaz de implementarse en solo unos días, en cualquier ubicación y con un modelo de pago por uso portable.