En una sociedad actual nominada 24×7, el aumento de la cobertura de acceso a Internet en todas partes siguen creciendo como reclamo global. A esto debemos añadir el aumento del número de dispositivos inalámbricos combinados con la creciente tendencia BYOD y el creciente uso de internet donde cada vez más predomina el tráfico de video tanto para uso doméstico como en los negocios. Estos aspectos hacen que vivamos en una época donde la conectividad realmente es algo muy importante. La gente espera ser capaz de conectar con cualquier dispositivo, en cualquier lugar y en cualquier momento. La llegada de los dispositivos llevables inteligentes y el emergente internet de las cosas introduce una nueva categoría de producto capaz de conectarse a la WLAN, donde no solo es importante ofrecer una capacidad mayor de gestión de dispositivos sino que se debe combinar esta capacidad con la de soportar mayor volumen de tráfico y con los requisitos del tráfico en tiempo real y de difusión.
Estas nuevas tendencias conjuntamente con el cambio de cultura de conectividad hacen que las redes inalámbricas pierdan el sentido tal como estaba diseñadas en un principio, convirtiéndose así en el medio principal de conectividad tanto de las personas como de las “cosas”. En este contexto, se debe tener en cuenta no solo una mayor capacidad de gestión de tráfico, numero de dispositivos y de cobertura WiFi, sino que también se debe pensar en la alta disponibilidad. De la misma manera que en las redes LAN, WAN, así como en los sistemas y almacenamiento no es posible pensar una infraestructura sin capacidad de recuperación a fallos.
Para poder definir una red inalámbrica resiliente, hay que tener en cuenta diferentes aspectos respecto a la redes LAN tradicionales ya que en este no solo hay que tener en cuenta la redundancia de elementos principales o centrales como las controladoras Wireless. Sino que, también se deben tener en cuenta en el diseño del despliegue de los puntos de acceso, de forma que se cree una infraestructura de acceso que en caso de caída o pérdida de un AP los puntos de acceso que lo rodean sean capaces de poder cubrir las zonas de cobertura débiles provocada por esa pérdida de servicio.
De la misma manera que la disponibilidad del acceso a la red es un aspecto crucial para los negocios, la seguridad de acceso y la prevención de intrusiones o ataques también se convierte es un aspecto fundamental en las redes inalámbricas. Las tendencias que hemos hablado en el inicio del artículo como BYOD, dispositivos llevables o internet de las cosas hacen que las redes Wireless sean un entorno de acceso multi-disciplinar y donde se deben aplicar diferentes mecanismos de accesibilidad y seguridad en la red. Por un lado, esta debe ser flexible y facilitar el acceso basado en personas y no en dispositivos para que los usuarios puedan acceder a la red sin necesidad de depender del dispositivo utilizado. Por otro lado se debe tener en cuenta conectividad de dispositivos que no tienen una interacción del usuario y no son gestionados por los mismos como es el caso de dispositivos IoT.
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