El trabajo, al igual que las fórmulas de liderazgo, ha cambiado de manera notoria en los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia del COVID-19. Una situación que ha forzado a los equipos directivos a reinventarse, para mantener las empresas operativas, además de identificar la fórmula de trabajo más acertada para aplicar entre sus equipos.
A partir de las ya conocidas modalidades de trabajo híbrido y remoto, implantadas por las empresas como alternativa al puesto de trabajo presencial, están surgiendo nuevas opciones que, en el caso particular de cada empresa, pueden estar sujetas a diferentes requisitos y presentar ciertas características diferenciadoras. No obstante, todas ellas pueden ser utilizadas en múltiples entornos y transferibles a otras empresas, con independencia de su tamaño o sector económico.
La adopción de estas nuevas modalidades de trabajo también responde a un entorno empresarial que se ha visto afectado por un tsunami de información y nuevas tecnologías, en el que los líderes deben cambiar su enfoque y fomentar la creación de un lugar de trabajo flexible. Así lo constatan los resultados recogidos en el último Índice de Tendencias Laborales de Microsoft, que confirma que el “modelo de trabajo híbrido ha provocado una creciente desconexión entre los trabajadores y los líderes de las organizaciones, sacando a la luz que no están de acuerdo en diferentes aspectos”. Algunos de ellos son “la forma de medir la productividad, cómo mantener la autonomía al tiempo que se asegura la responsabilidad, los beneficios de la flexibilidad o el papel que juega la oficina presencial”. Esta situación ha provocado que el tema de discusión o debate esté ahora más centrado en la cuestión sobre cómo optimizar la experiencia del empleado, frente al lugar desde el que se trabaja. Una idea sobre la que se ha pronunciado el presidente y consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, asegurando que “los empleados motivados son los que darán a las organizaciones una ventaja competitiva en el entorno económico cambiante actual”.
Por otra parte, y según recoge la Guía del Mercado Laboral 2023 de Hays, el modelo de trabajo híbrido con total flexibilidad es identificado por los profesionales (67%) y por las empresas (55%), como la opción más productiva y beneficiosa para la actividad empresarial frente a, por ejemplo, el modelo totalmente presencial o el híbrido con estructura fijada. Asimismo, el estudio confirma que entre los beneficios empresariales que más valoran los profesionales destacan en primer lugar el trabajo flexible (64%), seguido por los días de vacaciones adicionales (45%), seguro médico privado (37%), coche de empresa (28%) y, finalmente, comida/café/bar bonificado (18%).
Así las cosas, parece que se está dibujando un nuevo escenario laboral, en el que los recursos humanos demandan cada vez más flexibilidad por parte de las empresas, como un componente añadido a las nuevas modalidades de empleabilidad implantadas, las cuales huyen de la presencialidad en la oficina. Todo ello de cara a lograr una experiencia del empleado más positiva que contribuya a que los equipos se sientan más cómodos, motivados y comprometidos con su actividad profesionalidad; y, también, que redunde en un incremento de la productividad, promoviendo una mayor rentabilidad y competitividad empresarial. En este sentido, las empresas pueden apostar por plataformas que favorecen la productividad y la colaboración al trabajar en remoto como AuraQuantic, hasta el uso de nuevas tecnologías como la IA generativa, para disminuir las tareas repetitivas y mejorar la experiencia de los empleados.