En base a opiniones de expertos tanto externos como de la propia organización, Extreme Networks ha recogido en un documento las principales tendencias que en opinión de la compañía definirán el mercado de redes corporativas en 2023, en los diferentes segmentos de mercado y tecnologías. Un año más, la nube será una parte fundamental dentro de las tecnologías aplicadas a la infraestructura de red. Según un informe de IDC, para 2025, el 60 % de la oferta de soluciones de infraestructura, seguridad, gestión del dato y redes requerirán plataformas de control/gestión basadas en cloud que ofrezcan capacidades de automatización y reducción de costes operativos.
En cuanto a tendencias en otras tecnologías y segmentos del mercado de networking, Extreme Networks ha detectado:
- Gestión Cloud/Foco en la entrega de servicios y aplicaciones. El foco de muchos administradores de red en garantizar la calidad de servicio y la experiencia de uso de aplicaciones (como Zoom o Salesforce) puede dar un nuevo impulso a la gestión de red cloud. El uso de redes SD-WAN, que pueden ser monitorizadas desde la nube y permiten extender la conectividad sin impactar en el rendimiento de la red permitirán la prestación de servicios de TI basados en datos reales del funcionamiento de la red (evidence-based IT service delivery), así como abordar las incidencias de servicio antes de que se conviertan en problemas generalizados.
- Wi-Fi ganará la batalla a las redes privadas 5G. Si bien las redes 5G privadas ofrecen algunos beneficios destacables, tienen un importante coste oculto: la mayoría de las redes 5G privadas requieren una red física completamente nueva, lo que las hace mucho más costosas de lo que parece a primera vista. Por el contrario, las redes Wi-Fi y arquitecturas basadas en fabric permiten una fácil segmentación de la red y una prestación de servicios de alta calidad, por lo que se posicionan como la opción más práctica.
- Garantizar la seguridad en un perímetro infinito. A medida que los usuarios, los dispositivos y las aplicaciones se desvinculan de las redes y la infraestructura controladas por el departamento de TI, los CIO se enfrentan al reto de garantizar una conectividad segura para sus usuarios cuando acceden a aplicaciones críticas para el negocio, independientemente de su ubicación. Los nuevos modelos de trabajo híbrido obligan a revisar y actualizar el modelo de seguridad. En este nuevo contexto es imperativo que los CIO se centren en las estrategias de seguridad basadas en la identidad del usuario y en la revalidación de los usuarios para cada sesión, lo que ayuda a aumentar el nivel de seguridad de la red.
- Formación en seguridad. Las amenazas de ciberseguridad seguirán creciendo tanto en número como en sofisticación, por lo que las organizaciones van a requerir personal altamente cualificado. Dada la creciente dependencia de la infraestructura de red y el hecho de que muchos empleados accedan a los activos de TI desde ubicaciones remotas, se requerirán cambios en la cultura de empresa para concienciar a los empleados sobre la seguridad y promover buenas prácticas.
Sobre la importancia que la ciberseguridad y la seguridad de red tendrán en 2023, Markus Nispel, CTO de EMEA de Extreme Networks: “dada la creciente dependencia de la infraestructura de red, las empresas también deberían priorizar la inversión en capacitación en seguridad. En particular, la formación en buenas prácticas de seguridad para todos los empleados es algo fundamental hoy día en cualquier organización. A medida que más empresas adopten y confíen en las tecnologías digitales para mantener conectados a sus empleados y llevar a cabo sus operaciones de negocio, las amenazas cibernéticas se harán cada vez más sofisticadas, lo que requerirá talento altamente cualificado con el conocimiento adecuado para mantener seguras todas estas nuevas tecnologías en evolución”.
Otras tendencias
- PoE, tecnología imprescindible en entornos de Smart Building. La capacidad PoE se ha utilizado hasta ahora principalmente para alimentar cámaras de seguridad y teléfonos IP. Pero este sistema de alimentación eléctrica de bajo voltaje tiene muchas posibilidades y las organizaciones comienzan a sacarle partido: es más flexible, reduce el coste de agregar cableado e incrementa las capacidades de inteligencia a los dispositivos que se alimentan con este sistema. Por ejemplo, los sistemas de iluminación inteligente pueden cambiar las luces para dirigir el flujo de tráfico peatonal durante una emergencia, o la señalización digital puede volverse más eficiente y ahorrar energía al apagarse automáticamente cuando no hay nadie cerca.
- Formación en IA/ML. Relacionado con esto está la capacitación del personal de TI en estas tecnologías. Son dos áreas en las que las organizaciones invertirán, lo que requerirá además cierto nivel de inversión en competencias básicas de programación e ingeniería de datos para el personal de TI. El desarrollo de estas habilidades es vital para sacar el máximo partido a las tecnologías de AI/ML y aplicarlo a la gestión de red y seguridad, maximizando el retorno de la inversión de los proyectos de transformación digital.
- Formación en análisis de datos. Hoy en día, las organizaciones de todos los sectores confían cada vez más en los datos y la IA para respaldar sus decisiones de negocio. Las empresas van a invertir en dotar a sus empleados de habilidades analíticas para identificar y utilizar el valor que reside en los datos que ya poseen. Por ejemplo, los estadios y grandes recintos de eventos podrían usar esta experiencia para impulsar nuevas fuentes de ingresos en áreas como los juegos.