Es innegable que la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en uno de los factores de inversión e innovación tecnológica empresarial más grandes y de mayor crecimiento. La última oleada de herramientas de IA generativas ampliamente accesibles se está traduciendo en un incremento excepcional de los datos generados por máquinas, impulsando un crecimiento sin precedentes de los datos no estructurados a nivel global.
Según estimaciones actuales, los centros de datos son responsables de entre el 1% y el 4% del consumo energético, una huella de carbono que aumenta con la IA. Nos encontramos ante una oportunidad y un reto inmensos, ante los que es clave crear una infraestructura tecnológica eficiente y sostenible con el fin de mitigar el calentamiento global y atenuar sus efectos ante el cambio climático.
Algunas compañías diseñan, fabrican y prestan servicios que permiten a sus clientes reducir drásticamente su huella medioambiental. Por ejemplo, las soluciones de almacenamiento totalmente flash son mucho más eficientes que sus homólogas basadas en el disco giratorio (HDD). De hecho, las soluciones totalmente flash pueden ayudar a las empresas a reducir hasta un 85% del consumo energético de sus sistemas de datos, en comparación con el uso de otros productos. Es más, el almacenamiento flash es mucho mejor para la ejecución de los proyectos de IA.
Muchas empresas ya aplican estas prácticas en su viaje hacia la IA. Meta, por ejemplo, quería ayudar a sus investigadores a desarrollar unos modelos de IA nuevos y mejores. Así que la empresa se propuso crear su propio AI Research SuperCluster con la intención de que fuera el superordenador de IA más rápido del mundo. Para ello, Meta eligió a Pure Storage, ya que necesitaba un socio colaborador que pudiera proporcionar unas capacidades de almacenamiento potentes y escalables con las que impulsar su RSC.
A la hora de prepararse para un mundo en el que el volumen de datos no estructurados crece y se usarán cada vez más para realizar análisis basados en la IA, las empresas necesitarán buscar proveedores que tengan una hoja de ruta clara para ofrecer una capacidad de almacenamiento flash de alta densidad capaz de manejar cualquier carga de trabajo. Para ello, las organizaciones deberán elegir proveedores de almacenamiento totalmente flash que puedan demostrar unas métricas ASG verificadas por terceros, para poder ejecutar sus proyectos de IA sin dañar el medio ambiente y sin que sus resultados económicos se vean afectados.