Se está hablando mucho sobre si 5G va a marcar el declive del WiFi (hemos visto debates similares hace unos años con el advenimiento del 4G); pero la realidad es que ambas soluciones están diseñadas para convivir y aportar cada una de ellas lo mejor en su ámbito, 5G en exteriores y WiFi6 en interiores. Algunas de las razones tecnológicas y de negocio que sustentan esta visión y que ponen de manifiesto que es difícil que 5G vaya a reemplazar a WiFi6 en interiores son:
- Ambas soluciones comparten muchas tecnologías comunes en la parte de radio, para ofrecer prestaciones similares en lo relativo a latencia, densidad de conexiones o ancho de banda. De hecho el estándar 5G contempla que la red de acceso radio (RAN) pueda ser WiFi. En términos de capacidades ambas soluciones pueden ofrecer excelentes niveles de servicio en interiores.
- Para disponer de una buena cobertura 5G en interior de edificios, es necesario desplegar dentro de los edificios; esto es una solución muy cara por el propio coste de las estaciones (comparada con un despliegue de WiFi6), así como por el hecho de que cada operador debería desplegar su propia estación dentro del edificio. Tecnologías como Aruba AirPass permiten a los operadores 5G ofrecer la misma experiencia de uso en interiores, sin desplegar estaciones 5G, utilizando infraestructura WiFi6, de forma totalmente transparente para el usuario cuyo dispositivo hace roaming desde la red 5G a la red WiFi al entrar en un edificio.
- A corto/medio plazo no parece probable que dispositivos como PCs o Tablets, vayan a incorporar posibilidad de conexión 5G y lo mismo ocurre en el mundo IoT. Las economías de escala conseguidas en la fabricación de los chipsets de WiFi son enormes, añadir conectividad 5G a muchos de estos dispositivos haría que su coste no fuese competitivo (por no hablar de la complejidad adicional que supondría la gestión de un gran volumen de tarjetas SIM); la enorme base instalada de dispositivos WiFi desplegados en interiores no podría funcionar en un entorno “sólo” 5G, WiFi6 es retrocompatible y permite la conexión de dispositivos WiFi de generaciones anteriores.
- Más del 85% del volumen total de datos que consumen nuestros dispositivos se hace a través de conexiones a redes WiFi, si ese volumen de datos se desplazase a redes 5G los operadores deberían acometer enormes inversiones para dimensionar estas redes adecuadamente; el modelo de “tarifa plana” predominante en los accesos a través de redes WiFi, supondría que los operadores deberían ofrecer también “tarifas planas” para los planes de conexión 5G para poder competir en el mercado, lo que en un escenario de importantes crecimientos en el volumen de datos para los próximos años, haría inviable económicamente abordar las inversiones requeridas para mantener la calidad de los servicios.