La situación excepcional provocada por la COVID-19 ha obligado a todas las empresas a replantear su forma de trabajo y la relación con sus trabajadores. Para muchas compañías, el salto al teletrabajo se ha convertido en la solución más rápida y eficaz de reactivar su negocio y afrontar la nueva situación del mercado. La digitalización ha crecido exponencialmente durante estos dos últimos meses y seguirá siendo clave durante la recuperación. En ese sentido, la receta, con la innovación como ingrediente principal, no ha cambiado mucho si queremos que nuestras organizaciones sigan siendo capaces de crecer y competir.
En España, antes de que se decretara el Estado de Alarma, el teletrabajo apenas se ofrecía en el 27% de las empresas y lo practicaba menos del 10% de los trabajadores. Ahora, obligados por las circunstancias, asistimos a un vertiginoso crecimiento de estas cifras. Pero, ¿cómo implantar el teletrabajo de forma exitosa?
En primer lugar, haber alcanzado una cultura y madurez empresarial que favorezcan el trabajo no presencial va a permitir hacer del trabajo en remoto una solución perfectamente engrasada. Con esto conseguido será más fácil encajar las soluciones avanzadas que ya nos ofrece la tecnología, capaces de permitir el trabajo no presencial con absolutas garantías de accesibilidad, comunicación y seguridad.
La herramienta que ahora mismo satisface las necesidades de la mayoría de las empresas y parece destinada a liderar el repertorio de soluciones de teletrabajo es el escritorio virtual o Desktop as a Service (DaaS).
Básicamente, un escritorio virtual permite que cualquier empleado se conecte en remoto y desde cualquier dispositivo a su entorno de trabajo y tenga acceso a todas sus aplicaciones: presentaciones, tablas de datos, documentos de texto, correo electrónico, calendario, contactos… Lo único que necesita es una conexión a Internet. Además, los escritorios virtuales ofrecen entornos seguros y aislados. Y, por si fuera poco, reducen costes (hasta en un 40%), mejoran la seguridad de los datos y simplifican las tareas de mantenimiento de las redes empresariales. De hecho, la virtualización de escritorios, al ser un modelo 100% pago por uso, tiene un gran atractivo para todas las pymes que desean una administración simplificada, flexibilidad y costes reducidos.
La seguridad merece capítulo aparte. Nuestra oferta DaaS permite que cualquier empresa tenga a sus empleados trabajando desde casa sin comprometer la seguridad de sus sistemas, incluso sin necesidad de conexiones VPN y aun en el caso de que el PC del usuario no sea seguro. Estas soluciones cuentan con monitorización 24×7, backups regulares, sistema antimalware y anti-ransomware, firewall, opción de recuperación de versiones de documentos, actualizaciones automáticas, registro de accesos de usuarios, posibilidad de bloqueo de escritorios, etc…
Sin duda alguna, esta crisis sanitaria va a tener fuertes consecuencias, pero no todas serán negativas. En el lado positivo podemos augurar que las empresas que apuesten decididamente por la digitalización saldrán reforzadas a medio y largo plazo. El teletrabajo, ajeno a coyunturas excepcionales, puede convertirse en un activo de todas las organizaciones para contar con empleados más comprometidos y satisfechos, y también como un valioso aspecto para retener el talento. De hecho, muchos que de los que se incorporan estos días a sus puestos de trabajo lo hacen con el optimismo renovado de saber que por fin el teletrabajo se pueda tocar de verdad.