Las ciudades inteligentes han pasado en pocos años de ser algo reservado para la ciencia ficción a convertirse en una realidad. Desde el sector data center nos hemos encargado de realizar predicciones sobre las futuras tendencias que llegarían de la mano de mejoras tecnológicas. Una de las principales es sin duda la interconexión: la capacidad de conectar de forma privada, directa, segura y ultrarrápida a compañías, partners, objetos o dispositivos.
La clave de la transición de una ciudad analógica a una digital está en saber adaptar la tecnología a toda una sociedad, por muy heterogénea que esta sea. Dicho de otro modo: hacer uso de la tecnología como algo accesible a toda la población, de forma que no se convierta en algo complicado, sino que sea incluso más sencillo que antes de aplicar esta nueva tecnología.
Ya estamos habituados a pagar con tarjetas de crédito mediante sistemas NFC, a pagar un servicio de transporte a través de una aplicación o a aparcar una bicicleta en una estación conectada que recarga su batería a la vez que indica al resto de la red su disponibilidad para otro usuario. En Equinix tenemos ejemplos de infinidad de usos que nuestros clientes llevan a cabo gracias a nuestra infraestructura.
Para ello, es absolutamente fundamental contar con infraestructuras IT capaces de recoger y analizar esos datos en tiempo real para poder ofrecer un servicio eficaz; es decir, una infraestructura como Equinix Platform, que alberga más 9.800 compañías y en la que se producen se producen más de 270.000 conexiones cruzadas entre nubes, empresas y localizaciones. Una ciudad inteligente es, en esencia, un municipio que gestiona los datos de forma instantánea para que el servicio se adapte a las necesidades en cada momento y así hacerlo de forma eficiente. Esto se consigue a través de lo denominado como Internet de las Cosas (IoT): internet en todo y para todos.
Smart Cities e Internet de las cosas
Cuando hablamos de IoT nos referimos a los objetos cotidianos que se comunican entre sí y con las personas a través de una conexión a internet. En todo el proceso de digitalización, que como sociedad estamos llevando a cabo desde hace años, el número de dispositivos inteligentes capaces de establecer interconexión entre sí ha seguido creciendo imparablemente. Según un estudio de Juniper Research, el número de estos dispositivos conectados al IoT crecerá hasta alcanzar la cifra 50.000 millones para el año 2022. Los futuros conceptos de ciudad ya no pueden imaginarse sin la implementación de esta tecnología: para que una Smartcity sea una realidad, debemos contar con sensores capaces de recoger datos –como, por ejemplo, el volumen de tráfico actual– del mismo modo que debemos contar con una plataforma global de interconexión para recopilarlos y analizarlos.
Claves del funcionamiento de una Smart City
Para conseguir que una ciudad inteligente pueda funcionar, lo fundamental es contar con una plataforma global de interconexión que actúe de forma neutral y pueda operar con cualquier proveedor. A corto y medio plazo, será necesario afrontar la inclusión de redes de fibra óptica, de cobertura 5G y de soluciones de interconexión para todos los elementos de una Smartcity. Para lograrlo, las administraciones públicas de los municipios deben rediseñar sus infraestructuras IT y apostar por plataformas de interconexión global, apoyadas en soluciones híbridas, con capacidad suficiente para recoger y procesar todos esos datos de forma flexible, escalable y segura.
Platform Equinix® cumple con esos requisitos y se trata de la mayor plataforma a nivel global de interconexión formada por más de 200 data centers International Business Exchange (IBX®) preparados para poner proporcionar la infraestructura IT necesaria detrás de una ciudad inteligente. De esta forma, tanto administraciones públicas como proveedores de soluciones y servicios pueden formar parte del mayor ecosistema digital de interconexión y beneficiarse de las rutas de tráfico de datos más rápidas, seguras y de menor latencia a nivel global. Las ciudades del futuro, al igual que los negocios digitales, precisarán de los más altos estándares de seguridad y fiabilidad que solo una plataforma líder puede ofrecer.
A pesar de que las Smartcities completamente funcionales siguen reservadas para un escenario futuro –aunque cada día más cercano–, las futuras generaciones vivirán un gran cambio en la forma en la que desarrollarán su vida dentro de una ciudad. Hasta entonces, seguiremos trabajando junto a las administraciones públicas para ser la puerta de entrada a ese porvenir inteligente y disruptivo.