En el contexto sanitario actual, investigadores de todos los países están buscando la manera más eficaz de combatir la pandemia ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-19. Entre las alternativas a disposición, hoy se está estudiando y probando la administración del llamado plasma convaleciente como posible tratamiento experimental.
Según esta técnica, los pacientes que se han recuperado del COVID-19 podrían ayudar a otros gracias a los anticuerpos que han desarrollado en el transcurso de la enfermedad y que están presentes en su plasma sanguíneo. Los tratamientos que prevén el uso del plasma convaleciente se han ensayado eficazmente con otros virus como, por ejemplo, durante el brote de SARS en 2002 e, incluso, existen registros de su uso durante la epidemia de la llamada “gripe española” de 1918.
Con el afán de contribuir a la reducción del impacto de la COVID-19, Microsoft junto al grupo “CoVig-19 Plasma Alliance” (formado por Biotest, BPL, LFB, Octapharma, CSL Behring y Takeda) ha presentado una novedosa herramienta de detección para combatir la COVID-19 por medio de las personas ya curadas.
Concretamente se trata de un bot que ayuda a los pacientes que han superado la enfermedad COVID-19 a inscribirse para donar plasma en centros de recolección del mismo. Gracias a la labor del personal de ingeniería e investigación, CoVIg-19 Plasma Bot permite una criba inicial de potenciales donantes. A través de una serie de preguntas, el bot localiza posibles candidatos para donar plasma, redirige al centro de análisis y recogida más cercano y proporciona información sobre los procedimientos. El bot ya está funcionando en Estados Unidos y pronto estará disponible también en Europa.
La alianza para investigar sobre el plasma y los anticuerpos
“CoVig-19 Plasma Alliance” es la alianza de distintas compañías de salud y de tecnología, entre ellas Microsoft, que tiene como objetivo frenar el rápido avance del coronavirus a través de la investigación. En su acrónimo, la «I» y la «G» significan inmunoglobulina, la misma que la Alianza utiliza para investigar sobre el virus SARS-CoV-2, y la enfermedad COVID-19 que ocasiona, y su posible tratamiento. Con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, destacados científicos y expertos en la investigación y fabricación de medicamentos se han unido para acelerar el desarrollo de una posible terapia de inmunoglobulina para la COVID-19. Están colaborando en aspectos clave como la obtención de plasma, el desarrollo de ensayos clínicos y la fabricación de productos. Las terapias derivadas del plasma, como la inmunoglobulina, ya han demostrado su eficacia en el tratamiento de infecciones respiratorias virales graves. La capacidad combinada de estos investigadores y fabricantes nos acerca a un tratamiento escalable, fiable y sostenible para la COVID-19.