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23 abril 2018

La nube híbrida, impulsora de la transformación digital

Este tipo de nube combina las ventajas del cloud privado, en materias como la seguridad, y ofrece la posibilidad de personalización con los rasgos de agilidad y escalabilidad del cloud público

La aceleración de la transformación digital y la explosión de los datos —con fenómenos como el auge del big data o la inteligencia artificial— han contribuido al espectacular desarrollo del cloud. Su poder para impulsar el cambio y el desarrollo económico son incuestionables y, por eso, las empresas españolas no han dudado en integrar la nube en su estrategia empresarial. Sin embargo, y aunque la totalidad de la gran empresa española ya hace uso de esta tecnología, hay un tipo de cloud que despunta especialmente: la nube híbrida.

Los entornos híbridos se perfilan cada vez más como una tendencia al alza, ya que combinan las ventajas de la nube privada con las de la pública. Si del cloud privado se benefician de la seguridad y la posibilidad de personalización de los servicios, del cloud público toman su flexibilidad y la escalabilidad.

Por eso, la nube híbrida gana adeptos entre las empresas, que al contar con lo mejor de ambas soluciones pueden migrar datos, implementarlos, añadir recursos o hacer cargas de trabajo de manera fiable y ágil.

Dada su versatilidad, que permite mezclar tecnologías «on premise» con distintos modelos cloud, esta nube híbrida ayuda a reducir costes. Con este formato, las empresas no tienen que costear el mantenimiento de las infraestructuras o invertir recursos adicionales en cuestiones técnicas — con el gasto de tiempo y dinero que esto conlleva—.

Sin embargo, y a pesar del auge del cloud híbrido, aún quedan pendientes algunos retos, como la conectividad, la compatibilidad o la integración del legacy. De hecho, y como confirmaba un reciente informe de la consultora IDC, apenas un 27% de las empresas está trabajando en una arquitectura TI que unifique las infraestructuras y recursos desplegados en distintas plataformas de cloud —tanto público como privado—.

La seguridad es, sin duda, otro de los puntos clave sobre los que las empresas ponen el foco, especialmente teniendo en cuenta que solo quedan unas semanas para la entrada en vigor de la normativa europea RGPD (Reglamento General de Protección de Datos). Su cumplimiento es esencial tanto para pymes como para grandes sociedades, por lo que este marco regulatorio va a determinar la protección de los datos en el cloud.

Más allá de la aplicación de este reglamento, la nube debe evolucionar, además, hacia un modelo más transparente y abierto. Por eso, en OVH apostamos por este patrón, basado en la interoperabilidad —a través de estándares tecnológicos y sistemas «open source»— y en la reversibilidad de los datos. Solo así la nube podrá acompañar su espectacular crecimiento con las necesarias garantías de libertad, seguridad y protección a los usuarios.

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Antonio Pizarro
OVH Spain
Sr. Business Development Manager