Una de las soluciones más positivas que está aportando la transformación digital a las empresas son las comunicaciones unificadas.
De hecho, todas aquellas empresas que han sido capaces de integrar sus diferentes herramientas de comunicación en una interfaz común, han optimizado de forma exponencial sus procesos de negocio gracias al uso compartido de información entre las personas de su organización.
Esta integración de telefonía, videoconferencias, correo electrónico, mensajería, etc. y su interacción directa con aplicaciones de gestión como un ERP o un CRM, entre otras, facilita enormemente estos procesos y genera importantes ventajas: aumento de la productividad y eficiencia, progresiva reducción de costes, mayor compromiso y disponibilidad de empleados en cualquier lugar y momento y, sobre todo, un mejor servicio al cliente.
Y otro aspecto relevante de la unificación de las comunicaciones en las empresas es el de la seguridad de la información que se almacena en este sistema. Una vía de actuación es el de la protección frente a las amenazas cibernéticas y otra vía es la de la protección por las perturbaciones de la red eléctrica.
Porque para que funcione este sistema de comunicaciones unificadas la estabilidad de esta red es fundamental para su necesaria conectividad, una estabilidad que solo pueden proporcionar equipos como los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI-UPS), componentes absolutamente estratégicos en la evolución tecnológica y digital de las empresas.
Además de proporcionar la energía suficiente que evite los habituales fallos de la red eléctrica (especialmente los cortes, microcortes, subtensiones, y sobretensiones), estos equipos mejoran la calidad de la tensión de red y aumentan la vida de funcionamiento de los equipos eléctricos, electrónicos e informáticos conectados a los mismos.
Los SAIs de última generación de Salicru ya no son un elemento independiente. Sus opciones de digitalización y conectividad los han convertido en nodos de red inteligente que ayudan en la gestión y optimización del sistema de energía de las empresas, garantizando el correcto funcionamiento de sus procesos y aplicaciones.
Una garantía de protección igualmente extensible para los empleados de las empresas que, también en el ámbito de las comunicaciones unificadas, promueven el teletrabajo como un valor añadido para su negocio.