La adopción de la nube es algo imparable. Los últimos datos de IDG muestran que el 73% de las empresas tiene al menos una aplicación, o una parte de su infraestructura TI, en la nube. Pero al parecer, eso no es suficiente. Los datos también muestran que los departamentos TI soportan la presión de migrar el 100% a la nube. El cambio está ocurriendo y lo hace a gran velocidad, pero no lo hace sin riesgos. Tras entrevistar a más de 250 responsables de seguridad TI, Kaspersky Lab descubrió que la expansión sin control de la nube es la principal preocupación de seguridad para más de la mitad (58%) de los CISOs europeos.
Al usar múltiples plataformas cloud dentro de una infraestructura de nube híbrida, las empresas pueden entregar sus productos y servicios más rápidamente, optimizar su rendimiento y mejorar la fiabilidad de los servicios. Sin embargo, a pesar de sus ventajas, el cloud computing, sobre todo cuando la infraestructura está alojada en un tercero, puede presentar retos adicionales de ciberseguridad. Una filtración media de datos en un incidente en la nube pública, puede suponer a la empresa casi 1,5 millones de euros. Así, mientras que la infraestructura TI de una organización se vuelve heterogénea con la nube, los CISOs se enfrentan a nuevos dolores de cabeza para mantener sus datos seguros y, como resultado, proteger las finanzas de la empresa.
De igual modo, la adopción de la cloud híbrida requiere especialistas con conocimientos necesarios para configurar y administrar la seguridad de las partes de la infraestructura TI. Más de un tercio de los CISOs entrevistados (38%) afirma que es difícil encontrar especialistas que puedan trabajar en este mundo de la nube.
Con este telón de fondo, los CISO necesitan una solución única que no solo les ofrezca un alto nivel de seguridad, sino que también garantice que la capa de ciberseguridad de la empresa sea visible y pueda ser administrada en toda la infraestructura cloud, incluso por un equipo de seguridad cloud limitado.
Maxim Frolov, vicepresidente mundial de ventas de Kaspersky Lab, explica: “No se puede negar que con los beneficios empresariales que aporta, la nube es, para muchas empresas, una parte clave en el viaje estratégico de la transformación digital. El uso de la nube está creciendo rápidamente, y las empresas no van a retrasar su adopción por problemas de seguridad. Es vital que la seguridad resiliente también se implemente de forma rápida y efectiva para apoyar esta. rápida adopción”.
“Es crucial proteger los datos y las cargas de trabajo en la nube, además de soportar las capacidades de seguridad nativas de una plataforma en la nube”, continúa Frolov. “Las capas de protección deben incluir: capacidad de monitorizar el comportamiento de la aplicación y prohibir cualquier actividad sospechosa; evitar las brechas mediante el uso de la última inteligencia de amenazas y encontrar y parchear automáticamente las vulnerabilidades, para proteger de las amenazas los datos y las cargas de trabajo que transitan a través de la infraestructura de la nube”.
Kaspersky Hybrid Cloud Security se basa en la experiencia de Kaspersky Lab y mantiene a las empresas seguras al proteger las aplicaciones y los datos en las cargas de trabajo físicas, virtuales o en la nube. Kaspersky Hybrid Cloud Security ofrece integración basada en API con Amazon Web Services (AWS) y es compatible con Azure, la plataforma en la nube de Microsoft, permitiendo a los clientes mover datos y aplicaciones de forma segura a través de sus entornos TI. También ofrece un cuadro de mando de administración y seguridad único, permitiendo así administrar la seguridad de las TI tanto en la nube como localmente, aliviando parcialmente de este modo el problema de la falta de personal.
Para obtener más información sobre la solución de Kaspersky Lab para la nube híbrida, visita el website de Kaspersky Lab.