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19 marzo 2018

La protección en un mundo hiperconectado

Para mantenerse al día con el volumen de datos y conexiones, las redes necesitarán ser aún más automatizadas

Las personas, las cosas y las ideas conectadas entre sí a través del IoT y la nube están impulsando la nueva economía digital. Este nuevo mundo hiperconectado no solo está cambiando la forma en que las empresas hacen negocio, sino también cómo los ciudadanos trabajamos, vivimos y aprendemos. Está cambiando el mundo a un ritmo sin precedentes.

   

Se estima que en 2020 habrá más de 50.000 millones de dispositivos de red y más de 20.000 millones de endpoints de IoT conectados. Esto se traduce en 4,3 dispositivos conectados por persona en el planeta. Cada uno de estos dispositivos está diseñado para recopilar, compartir y entregar información a demanda.

   

Para mantenerse al día con el volumen de datos y transacciones que este mundo hiperconectado genera, las redes se están rediseñando. En los últimos años, las arquitecturas de red han comenzado a evolucionar de las conexiones tradicionales punto a punto entre dispositivos de red controlados, a una red de redes altamente entrelazada.

 

Esta arquitectura hiperconectada se ha visto impulsada por el crecimiento de la movilidad, la IoT y la nube y está permitiendo a las organizaciones crear nuevos valores al acceder, conectar, correlacionar y distribuir datos.

 

Pero esto es solo el principio. Para mantenerse al día con el volumen de datos y conexiones, las redes necesitarán ser aún más automatizadas. Las Redes Definidas por Software (SDN) automatizaron la red para reducir los errores de configuración y la sobrecarga de administración, lo que permite acceder a los datos y recursos y moverlos a demanda. Las Redes Basadas en la Intención (IBN) pronto podrán reconocer automáticamente y responder a las cambiantes necesidades del negocio y requisitos del usuario. Traducen el lenguaje del negocio en una configuración de política automatizada. Así, se permite que la infraestructura se vuelva sensible y temporal. La conectividad se generará bajo demanda, utilizando recursos de red propios, alquilados e incluso prestados temporalmente. La innovación y la automatización se acelerarán mediante una correlación y un análisis de datos avanzados.

 

El Dato el Rey

 

Los datos son la gasolina de la economía digital. La tecnología hace posible correlacionar, analizar y tomar decisiones a partir de datos como nunca había ocurrido. Como pueden alojarse en cualquier lugar, los entornos de red y de computación se moverán más allá del centro de datos tradicional, la oficina remota o incluso el trabajador móvil. Incluirán dispositivos de IoT, informáticos y la creación de nuevos entornos de red, desde pequeñas “Redes de Área Personal” a Smart Cities hiperconectadas.

 

Como resultado, los datos ya no se recopilarán y almacenarán hasta que no se necesiten. En cambio, se recopilarán, procesarán y compartirán continuamente y en tiempo real a través de redes de dispositivos hiperconectados. Esto les permitirá tomar importantes decisiones semiautónomas y autónomas sin intervención humana.

 

Por supuesto, cualquier información que pueda ser recogida también puede ser robada, rescatada o corrompida. Debido a que los datos se distribuirán de esta manera, la superficie de ataque potencial seguirá creciendo. A medida que los dispositivos y los datos, incluida la infraestructura crítica, se vuelven cada vez más interconectados y autónomos, los nuevos ciberataques podrán provocar importantes disrupciones a nivel económico y social.

 

Nace una nueva seguridad

 

Para responder a estos nuevos desafíos, la seguridad también debe evolucionar. Los dispositivos de seguridad tradicionales y aislados que operan en el límite de la red o segmento de red nunca fueron diseñados para brindar la seguridad que requieren estas nuevas redes hiperconectadas.

 

Las herramientas de seguridad necesitarán ver y colaborar entre sí, recopilar y compartir información crítica y sincronizar automáticamente las respuestas de amenazas en cualquier lugar de la red. Para lidiar con el creciente volumen de datos, la seguridad también deberá ser mucho más poderosa. A medida que las arquitecturas de IBN comiencen a implementarse, las organizaciones necesitarán desplegar una seguridad de red basada en intenciones que sea capaz de reconocer los cambios de red, anticipar amenazas y responder automáticamente.

 

Desde Fortinet llevamos años apostando por un enfoque de arquitectura de seguridad de red que sea capaz de responder a las amenazas sofisticadas, adaptarse automáticamente a las redes distribuidas y cambiantes, y proporcionar la potencia necesaria para mantenerse al día con el incremento de datos y las demandas de los usuarios.

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Ken Xie
Fortinet
Fundador, presidente y CEO