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16 marzo 2018

¿Está tu empresa preparada para XaaS?

Los modelos XaaS son todo ventajas, pero quizá no para todos los entornos, por ello el equilibrio entre OPEX y CAPEX es clave

Lo primero que deberíamos explicar es que significa XaaS: proviene de las siglas en inglés “as a Service” y quiere decir cualquier dispositivo “D”, aplicación “S” (Software), infraestructura “I” o plataforma “P” como servicio, es decir, que pagas por lo que usas, tal y como lo haces con la luz, el agua, el teléfono…. o con cualquier otro servicio.

Este concepto actualmente está directamente asociado al concepto de la Nube, ya que nos permite compartir los recursos entre todos los usuarios o clientes que demandan el servicio, y así buscar sinergias para acceder acceso a dichos servicios de forma más ágil, flexible y económica. De otra manera muchos de nosotros no podríamos acceder a estos servicios por falta de tiempo, dinero o recursos.

Hasta aquí todo parecen ventajas, pero entonces ¿por qué planteamos la pregunta? Este modelo requiere preparar las organizaciones para ello. Por un lado, los servicios no están asociados a inversión y amortización, sino más bien a gasto, y esto requiere de una planificación, presupuestación y control exhaustivos para no llevarnos sorpresas; por otro lado, la información, la conmutación y los procesos críticos para la empresa necesitan tratamiento cualificado, mientras que los modelos XaaS tienden a ofrecer “café para todos”.

El modelo nube también requiere de esfuerzos específicos para garantizar el cumplimiento de las legislaciones en función del sector y/o país, y este punto es importante para no llevarse sorpresas posteriores, aunque podemos elegir entre nubes públicas (abiertas) y nubes privadas (dedicadas a nosotros), que nos ayudaran a poner cada servicio en su lugar.

Ventajas de XaaS

Así, podemos decir que los modelos XaaS son todo ventajas, pero quizá no para todos los entornos, por ello el equilibrio entre OPEX, coste de operación o servicio, y CAPEX, coste de adquisición y propiedad, es clave, si no para garantizar el éxito al menos para minimizar riesgos.

Dicho esto, la respuesta a la pregunta inicial será positiva si consigues un equilibrio entre OPEX y CAPEX, nube pública o privada y Onpremise, XaaS y adquisición de activos… Como veis, la respuesta no se encuentra en la tecnología sino en saber adaptar el modelo más adecuado a las necesidades de la empresa en cada uno de los momentos.

Espero que esta breve reflexión contribuya a entender mejor esta revolución para la que deberíamos estar preparados, y elimine los miedos a estos nuevos conceptos y modelos de negocio.

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Ernesto Iglesias
Alcatel-Lucent Enterprise
Director de desarrollo de negocio de soluciones en nube