Ya nadie duda de que la nube híbrida ha venido para quedarse. Así lo confirman recientemente consultoras como IDC, indicando que aún el 70% de las aplicaciones y los datos están fuera de la nube pública, o como Gartner, que apunta a un 50% del total de datos corporativos creados y procesados en el perímetro. Soberanía del dato, latencias, seguridad, cumplimientos de normativa, … son muchos los obstáculos a la hora de querer sacar datos y aplicaciones fuera de los centros de datos corporativos.
En este nuevo contexto, los departamentos de IT se enfrentan a entornos aún más complejos, ya que tienen que estar al día para mantener las diversas tecnologías tradicionales que conviven en sus entornos on-premise, a la vez que necesitan formarse para gestionar los nuevos despliegues en nube pública. Esta complejidad, sumada a la actual carestía de perfiles profesionales formados, está retrasando de forma considerable la ejecución de los proyectos de transformación digital que tantas corporaciones están llevando a cabo.
El 91% de responsables de IT, según una encuesta de ESG Data Management, indicaron que su principal prioridad es reducir esta complejidad, centrando todos sus esfuerzos en transformar sus sistemas operacionales simplificándolos, haciéndolos similares a los modelos de las nubes públicas y permitiéndoles gestionar sus cargas de forma integral independientemente del lugar en el que se encuentren ubicadas.
La clave consiste en implantar nuevos modelos de despliegue y consumo para sus infraestructuras de IT, que permitan a las distintas áreas de negocio el autoconsumo de las mismas, de manera que sus desarrolladores puedan programar y desplegar rápidamente nuevas aplicaciones. De esta forma se liberan a los equipos de IT de las tareas más rutinarias y de menor valor relativas al aprovisionamiento de las infraestructuras, pudiendo centrar sus esfuerzos en otras de mayor valor para las áreas de negocio.
Desde Ingram Micro, en colaboración estrecha con Hewllet Packard Enterprise estamos ayudando a nuestros partners a evolucionar su propuesta tradicional de infraestructura hacia una nueva, basada en la plataforma GreenLake. Ésta les permitirá ofrecer modelos de consumo de infraestructura como servicio, favorecer un autoaprovisionamiento ágil e intuitivo y alinear los flujos de caja con el despliegue de las nuevas aplicaciones.
VDI, almacenamiento o continuidad de negocio como servicio son algunos ejemplos de casos de uso habituales que ya se han implementado de forma exitosa en un gran número de clientes y con grandes expectativas de crecimiento a medio plazo.