Implementada correctamente, la nube proporciona una agilidad empresarial perfecta, ya que su escalabilidad y su capacidad flexible proporcionan unos servicios tecnológicos siempre disponibles. La mayoría de las compañías ya tienen una nube, que es muy probable que incluya: herramientas de productividad ejecutadas desde la nube a través de un único proveedor de nube pública, el uso combinado de la nube pública y on-premise y el consumo potencial de servicios de varios proveedores.
En todo caso, dada la importancia que tienen los datos para las empresas, es fundamental que sean accesibles y móviles y que, estén protegidos; además, es esencial gestionarlos de un modo fácil, homogéneo y rentable, tanto en la nube como on-premise.
Movilidad de los datos
Las organizaciones que adoptan aplicaciones modernas dependen cada vez más de las nubes privadas. La adopción de este sistema debe facilitar el movimiento de las aplicaciones. Por suerte, las compañías tienen la garantía de que sus datos no acabarán en silos si eligen a proveedores que tienen múltiples integraciones y programas de colaboración. Por lo que las empresas deben elegir servicios que se integren perfectamente con los grandes proveedores de nube pública.
Por otro lado, la adopción de Kubernetes proporciona una flexibilidad de datos mejorada, ya que se centra en las aplicaciones, lo que permite a las empresas mover toda la aplicación o la carga de trabajo tantas veces como necesite.
Coherencia gracias a un enfoque híbrido
Las compañías no deberían dar por sentado que la nube pública es siempre la mejor opción. Lo más adecuado es adoptar una estrategia basada en elegir lo mejor de la nube, en lugar de priorizarla. Ahora bien, el hecho de mantener una parte de la infraestructura on-premise no significa que las organizaciones tengan que preocuparse por perder la flexibilidad que ofrece la nube. Cada vez hay más características de la nube ya disponibles en los entornos híbridos y on-premise, como la capacidad elástica o los modelos comerciales como servicio basados en el consumo.
Control de gastos
Elegir lo mejor de la nube permite optar por un modelo de nube híbrida con una mayor rentabilidad. Plantearse la adopción de modelos de consumo flexibles, ya que estos permiten que las organizaciones paguen por el uso, en lugar de embarcarse en la difícil tarea de prever los requisitos de capacidad con 18 meses de antelación. Gracias a esto, las compañías pueden hacer frente a sus cambiantes necesidades y pueden evitar los excesos de capacidad o los compromisos de gasto innecesarios.