Es imposible hablar de 2021 sin mencionar los cambios que se produjeron en 2020, pues cambió nuestra forma de vivir y trabajar, e impulsó la radical aceleración de la transformación digital y la rápida adaptación virtual de las empresas. Ante esta nueva realidad, el cloud computing ha tenido un papel indispensable. La tendencia continúa, estando los siguientes factores entre los principales impulsores del crecimiento del cloud:
Soberanía de datos – fundamental para la innovación
La localización de los datos –y su soberanía– es un factor estratégico. Cada vez más empresas se preguntan dónde se localizan sus datos y bajo qué jurisdicción, lo que ha impulsado la demanda de una nube europea, soberana y de confianza. Iniciativas europeas como el RGPD, la invalidación del Escudo de Privacidad UE-USA o el proyecto GAIA-X demuestran que existe un fuerte impulso hacia la soberanía y la innovación local.
Demanda creciente en el almacenamiento de datos
Para 2025 se prevé que el uso de datos alcance los 175 ZB en todo el mundo (IDC). Las soluciones de almacenamiento cloud estándar son clave para el almacenamiento de los datos de las empresas, especialmente en lo que respecta a los costes, los imperativos comerciales y los riesgos relacionados con el cumplimiento.
IA y el aprendizaje automático en auge
El flujo constante de datos representa un enorme activo del que extraer conocimiento gracias a la IA y el aprendizaje automático. Es difícil utilizar este valor, bien por recursos limitados o escasez de conocimiento. Las empresas tendrán que recurrir a proveedores cloud que ofrezcan soluciones de IA potentes, fáciles de usar y que permitan un control presupuestario.
La tecnología edge
La industria cloud debe desarrollar un enfoque multi-local. El acuerdo para ofrecer infraestructura de OVHcloud en centros de datos del operador T-Systems es un buen ejemplo de esta tendencia, a la vez que cumple con la RGPD y evita la exposición a regulaciones extraterritoriales como la Cloud Act.