¿Cuáles son los principales retos a los que se han enfrentado en 2020 y con cuáles cree que se van a encontrar en 2021?
Para nosotros el reto ha estado más en la velocidad de respuesta que en cambios estructurales u organizativos. La aceleración experimentada ha sido nuestro desafío en 2020.
Alea Soluciones ya trabajaba ayudando a los operadores a crear, reforzar y mejorar sus redes y sistemas para que estos pudieran desplegar y ofrecer servicios de internet a sus clientes.
Tras el confinamiento general de marzo, la demanda de internet experimentó picos históricos lo que hizo imprescindible el refuerzo de las redes de los operadores para poder mantener conectada a la población. Los cambios requeridos por nuestros clientes que en otra situación se habría dado de manera más progresiva, se concentraron en un período de tiempo muy concreto y tuvimos que adaptarnos a esa necesidad urgente.
De cara al 2021 los nuevos retos pasan por la adaptación a los cambios que comenzaron en 2020 y la consolidación de los nuevos procesos. Por ejemplo, los nuevos modos de trabajo y los nuevos escenarios generarán nuevas dificultades que requerirán también nuevas fórmulas de organización para permitir un rápido crecimiento.
Debe continuar, por tanto, el despliegue de infraestructuras de comunicaciones lo suficientemente rápido para seguir dando respuesta al nuevo modelo de trabajo en remoto y los nuevos sistemas organizativos que afectarán tanto al plano laboral como al social.
¿Qué aspectos deberían priorizar las empresas que estén en pleno proceso de transformación digital?
Es importante contar con los medios materiales para afrontar los cambios que supone la transformación digital. Y por eso, dados los cambios de modelos organizativos y de gestión experimentados, resulta imprescindible contar con una infraestructura real, robusta y precisa que permita que los nuevos procesos sean mucho más fluidos y normalizados.
Cada vez son más los negocios que instauran el teletrabajo. ¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan y cómo les ayudan a resolverlos?
En Alea Soluciones el teletrabajo ya formaba parte de nuestra filosofía empresarial. Sin embargo, para muchas compañías es algo novedoso a lo que hay que acostumbrarse.
Por ello, además del equipamiento material, es imprescindible un cambio en la mentalidad de la empresa a todos los niveles: desde la cadena de mando hasta el último trabajador para lograr que la puesta en marcha se mantenga de manera inteligente y no traumática, dando lo mejor de sí.
¿Cómo ayudan sus soluciones a que las empresas sean más competentes en el entorno digital?
Nuestros sistemas y servicios ayudan a los operadores a gestionar sus redes y servicios de forma eficaz, permitiéndoles adelantarse en buena medida a posibles incidencias.
Por ejemplo, nuestro sistema de provisión, Felix, configura y provisiona equipos y servicios, pero principalmente se presenta como una potente herramienta de monitorización y diagnóstico de red. Esto supone una fórmula de control y gestión 360º para el operador y le permite automatizar procedimientos que, de otro modo, requerirían complejos procesos a cargo de perfiles profesionales especializados.
Además, nuestro servicio de soporte 24×7 supone la mayor garantía para nuestros clientes. La cantidad de competencias que abarca está por encima del tradicional proceso de “planteamiento de dudas / resolución de incidencias” y va más allá con actualizaciones de sistemas, puestas en marcha con la mínima repercusión para los usuarios de servicios o, en ciertos casos, la previsión de incidencias antes de que estas ocurran.
Este año ha supuesto un cambio de paradigma del puesto de trabajo virtual al presencial, así como también del uso de las comunicaciones avanzadas 4G y VoIP junto con el auge de las herramientas colaborativas. ¿Cree que este modelo continuará durante 2021? ¿Qué soluciones han requerido las empresas y cuáles van a demandar al respecto?
Sí, efectivamente, este nuevo modelo se mantendrá en el tiempo.
Recordemos que este cambio se produjo en muy pocos días y se instauró en apenas unas semanas: cambiamos la oficina por nuestra casa; aprendimos y adoptamos nuevas formas para comunicarnos; las clases pasaron a ser online. Las compras se generalizaron vía internet… las comunicaciones se convirtieron en un bien esencial.
El gran éxito radicó en que ya contábamos con infraestructuras de comunicaciones creadas tiempo atrás de la mano de operadores locales y regionales. Su papel ha sido indiscutible y ahora no podemos parar.
Todos estos cambios citados se mantienen un año después y por eso tenemos que seguir trabajando para que las comunicaciones se universalicen.
Es necesario reforzar y ampliar redes para dar respuesta a una demanda de servicios IP que no volverá a ser la misma que en la etapa pre-pandémica.