A comienzos de este año, tan solo un 5% de la fuerza laboral trabajaba desde su casa, y en mayo esta cifra alcanzó el 34%, según el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas. En muchas empresas no habrá vuelta atrás.
El trabajo en remoto reporta numerosos beneficios a las empresas, en términos de eficiencia y productividad, y a los empleados, que disfrutan de mayor flexibilidad y capacidad de conciliación. Sin embargo, también plantea retos, y muy importantes en materia de ciberseguridad. La transformación del hogar en lugar de trabajo desdibuja los límites entre la vida personal y profesional, no sólo por la coincidencia en el mismo lugar físico, sino también porque muchas veces lleva al empleado a usar las mismas herramientas para el trabajo y las gestiones personales. Una realidad que se acentuó al comienzo del confinamiento, cuando muchas empresas carecían de recursos para entregar a cada empleado un equipo portátil específico para el desempeño de su trabajo profesional, y que creaba lagunas a nivel de seguridad debido a diversos factores, entre ellos, el escaso conocimiento de los empleados sobre cómo protegerse o la ausencia de conexiones seguras a través de una VPN a los servidores de la empresa.
Ante esta situación, muchas empresas han aprovechado la oportunidad para hacer una revisión de sus sistemas y protocolos de seguridad, y para reforzar la formación de los empleados para que sepan identificar, por ejemplo, un intento de robo de datos mediante técnicas como el phishing o el envío de archivos maliciosos disfrazados de información útil para el empleado. Otras medidas que pueden y deben tomarse para proteger la seguridad de los datos de la empresa son la utilización de software de seguridad que permita que se borren los datos de los dispositivos que se denuncien como perdidos o robados, separar los datos personales y laborales, o restringir las aplicaciones que puedan instalarse. También es fundamental que los empleados sepan instalar las últimas actualizaciones de los sistemas operativos y aplicaciones y que se restrinja el acceso a la red corporativa a personas ajenas a la organización.
La transformación en la forma de trabajar que hemos experimentado en los últimos meses ha sido coyuntural, sin embargo, los efectos perdurarán a medida que se consoliden los beneficios del teletrabajo para las empresas y la ciberseguridad es una pieza esencial para ello.