Vivimos en un mundo centrado en IP y más en esta pandemia. La explosión de direcciones IP ha venido provocada por el fuerte aumento de dispositivos conectados, aplicaciones y movilidad. El resultado es una complejidad de red inmanejable, a la que se suma la coexistencia de IPv6 y entornos multicloud. Ante este entorno, te preguntarás: «¿cómo puedo controlar mi red IP si no puedo controlar la asignación, el acceso y el enrutamiento de recursos IP?» Muy sencillo: apostando por la automatización. Es decir, implementar las mejores prácticas de gestión de redes IP.
Son dos los factores clave que se contribuyen a la simplicidad de la actual gestión de la red: la visibilidad y la automatización. IP y DNS son los cimientos de las infraestructuras de red al asegurar la visibilidad del nombre y la conexión del host al tiempo que proporcionan una estructura de enrutamiento IP para el acceso de aplicaciones. Si no funcionan correctamente, no se puede garantizar la conectividad entre los distintos componentes de la red.
Al ser el corazón del DDI (DNS-DHCP-IPAM) IPAM es la base para la gestión eficiente de redes. Controla el despliegue, el diseño y la planificación de capacidad. Aporta una visión holística de los recursos IP en la infraestructura híbrida. Y si le añades automatización, el ahorro de tiempo se multiplica, ya que reduce significativamente el número de tareas manuales. Como resultado, se acelera la implementación de nuevos servicios y aplicaciones, especialmente en entornos cloud garantizando el cumplimiento de las políticas corporativas y la eliminación de los errores de configuración.
Un ejemplo de cómo incorporar DDI automatizado en el proceso de orquestación ayuda a desplegar servicios de manera más fácil y rápida sería el de un empresario que crea nuevas tiendas en su infraestructura de TI. Una tarea fácil de gestionar con IPAM plantillas específicas y una plataforma de administración que mantenga la coherencia de las redes distribuidas, el rendimiento y gestione múltiples dispositivos DNS/DHCP remotos.
El espacio IoT ofrece otro ejemplo del importante impacto de IPAM en las redes. Imagine que un dispositivo no registrado pueda conectarse a la red, tal vez desde una ubicación desconocida. Sobran las palabras. El control efectivo de las direcciones IP evita esta situación al tener visibilidad de todos los dispositivos que se conectan y al aplicar las políticas de la compañía sobre la administración IP.
Las 5 mejores prácticas IPAM
Mantener los servicios IPAM centralizados, unificados y automatizados
- Determinar un plan IP y una estrategia de nomenclatura acorde a la eficiencia operacional y escalabilidad de cada compañía
- Definir estándares corporativos y aplicar políticas de asignación
- Optimizar la fragmentación del espacio IP
- Comenzar la transición de IPv6 ya
Las organizaciones serán tan ágiles como lo sea su infraestructura IP. Nuestras 3 sugerencias son obvias: simplificar, simplificar y simplificar.