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18 septiembre 2018

Sin un SAI no hay seguridad en el puesto de trabajo digital

La inversión en puestos de trabajo digital se entiende como una estrategia de negocio que busca aumentar la productividad a través de la autonomía de sus empleados.

La irrupción de las nuevas tecnologías en el mundo del trabajo está comportando importantes cambios en la cultura de las empresas, pero sobre todo está influyendo en la interacción profesional con sus empleados, ya que el capital humano es el auténtico motor de su transformación digital. Hasta tal punto, que según un reciente estudio de Gartner, la capacidad de los trabajadores para explotar las tecnologías digitales marcará la supervivencia del 30% de las compañías en los próximos tres años.

En ese contexto, la inversión en puestos de trabajo digital se entiende como una estrategia de negocio que busca aumentar la productividad a través de la autonomía de sus empleados con el uso de diferentes dispositivos tecnológicos que garanticen su conectividad y acceso a recursos tales como internet, cloud,  IoT, big data, edge computing, etc., en cualquier lugar y momento.

Ese conjunto de dispositivos y recursos tienen en común su absoluta dependencia de un suministro de energía eléctrica continúa, estable y segura. Una circunstancia que no suele ser habitual según las estadísticas que indican que el 50% de los problemas ocasionados en los equipos informáticos y las pérdidas de información se deben a interrupciones y perturbaciones en el suministro de la red eléctrica. Y es que el 86% de los usuarios de equipos informáticos en el mundo se ven afectados por cortes de energía. Solo los PC’s personales están sujetos a unos 1.400 problemas eléctricos al año.

Todos esos perjuicios son fácilmente evitables disponiendo de una energía de backup como la que proporciona un Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI), un equipo que supone una inversión relativamente pequeña pero que aporta un valor estratégico muy importante.

Salicru dispone de una amplia gama de  SAIs que se adaptan a las necesidades específicas de cada empresa y profesional, tanto en tecnologías disponibles, como en posibilidades de comunicación y servicios de soporte requeridos. Es el caso del software de gestión, las soluciones de conectividad, la encriptación en entornos SNMP, la gestión de servidores virtuales, el servicio de telemantenimiento o el uso de procesadores DSP.

Y es que aunque el proceso de transformación digital de las empresas está cambiando muchas cosas, la seguridad y protección de los equipos conectados a una red eléctrica seguirá siendo una constante en el devenir profesional de las empresas y de sus empleados hiperconectados.

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Albert Carrera
Salicru
Director de Marketing