Es el caso de los DataCenters y de la prestación de servicios de negocio de los entornos Cloud Computing.
Según se desprende del primer Índice Global Cloud (2010-2015) elaborado por Cisco, el subconjunto de tráfico en los centros de datos que crecerá con mayor rapidez es el Cloud Computing, que aumentará 12 veces desde los 130 Exabytes contabilizados en 2010 hasta los 1,6 Zettabytes previstos para 2015, con un crecimiento interanual del 66%.
Pero para que todo ese tráfico se pueda dar en un contexto de normalidad, estamos sometidos a la necesidad de recibir un suministro eléctrico constante y de calidad, unos parámetros que hoy en día solo pueden garantizar la nueva tipología de SAI on line modulares.
Y es que la seguridad en el suministro eléctrico de los CPDs tradicionales ha ido evolucionando en la misma medida que lo han hecho los centros de datos Cloud. En esta nueva era ya no necesitamos una gran densidad de potencia, sino equipos modulares y escalables, capaces de combinar la máxima flexibilidad y fiabilidad con la máxima eficiencia energética.
La modularidad es una necesidad para aplicaciones como los Data Centers, que requieren crecimiento, redundancia, facilidad de mantenimiento y menor coste de propiedad. Los nuevos SAIs modulares permiten ampliaciones de potencia y configuraciones redundantes de una forma que no requiere ni del uso de herramientas ni de la desconexión del sistema, con un control central que se encarga de la monitorización del sistema, de las comunicaciones y de las configuraciones. Además, cada modulo incorpora y gestiona su propio rectificador e inversor, lo que proporciona una alta confiabilidad ante cualquier fallo.
La modularidad de estos sistemas es utilizada para conseguir diferentes propósitos: por una banda, para ampliar potencia de una manera sencilla, añadiendo módulos a medida que la instalación crece. Y por otra, para conseguir sistemas redundantes, donde siempre existe un número de módulos preparado para suplir el fallo inesperado de algún otro. Todo ello con una optimización del hardware que hasta ahora era necesario para grandes infraestructuras como los CPDs.
En definitiva, que esta nueva generación de SAI’s nos asegura una disponibilidad energética capaz de garantizar el mejor y el máximo de entornos virtuales como los Cloud Computing.