La seguridad es una de las preocupaciones de las organizaciones. Las amenazas, su agresividad y sofisticación crecen al mismo ritmo en el que las organizaciones se hacen más abiertas, con profesionales que se conectan desde cualquier parte a través de múltiples dispositivos.
La forma más eficaz de dar respuesta a esta realidad es tener una completa visibilidad de lo que está sucediendo en tiempo real en nuestras redes, en los dispositivos conectados y en el uso que los usuarios están realizando de ellos. El reto es cómo lograrlo.
Las empresas especializadas en ciberseguridad estamos poniendo a disposición de sus clientes los servicios de SOC (Security Operations Center) o Centro de Operaciones de Seguridad cuya misión es proteger los diferentes entornos del negocio, la infraestructura digital y tecnológica de las compañías. En definitiva, su objetivo es detectar, responder y remediar cualquier amenaza o ataque a sus centros de datos, centros de redes, aplicaciones, páginas web, bases de datos, correo electrónico o dispositivos, entre otros.
Las ventajas de contar con un SOC son múltiples. Las podemos resumir en seis: detección de incidentes de seguridad mejorada, reducción del tiempo de respuesta ante incidentes, habilitación de contramedidas ante incidentes e intrusiones, reducción de costes, aseguramiento de información y reputación, transparencia y control.
En el contexto actual, que ha situado a la ciberseguridad como un elemento crítico para garantizar la continuidad del negocio de las organizaciones, parece que la necesidad de habilitar políticas de seguridad robustas es imprescindible y que los SOC son una pieza fundamental en este entorno.
Ahora bien, un SOC necesita recursos y, sobre todo, un equipo humano con experiencia, altamente formado y en continua evolución. Por eso, las empresas especializadas están desarrollando una cartera de servicios gestionados especializados en ciberseguridad. Su principal ventaja, como ya apuntaba, es la especialización y la posibilidad de acceder a servicios profesionales altamente especializados y con experiencia contrastada.
Por otra parte, no es necesario adoptar infraestructura física para empezar a proteger los activos de la compañía, dado que los servicios gestionados de ciberseguridad se ejecutan a través de servicios de nube del propio proveedor.
Hasta hace bien poco, el perímetro de seguridad que teníamos que proteger estaba dentro de las cuatro paredes de nuestras empresas. Hoy, las organizaciones han abierto puertas y ventanas, los equipos de trabajo están distribuidos geográficamente y el uso de la nube de forma intensiva crece de forma exponencial, y con ello las potenciales amenazas. La buena noticia es que hay muros de contención eficaces y que los Centros de Operaciones de Ciberseguridad son un aliado de primer nivel.