La historia del Wi-Fi es una de las mayores historias de éxito de la era de la tecnología. Ha conectado y entretenido a sociedades, ha creado nuevas tecnologías, industrias e incluso empleos. En sus 20 años de historia, ha liberado a las personas de las redes cableadas tradicionales y proporcionado servicios a todos los niveles. Hoy en día lleva más de la mitad de los datos totales de tráfico en el mundo, razón por la cual esta tecnología sigue y seguirá desarrollándose para mejorar la experiencia del usuario, su rendimiento, su capacidad y su cobertura.
Y es que, con la aparición de nuevos productos y tecnologías innovadoras, las redes inalámbricas deben dar respuesta a diferentes desafíos como lo son el uso creciente de Realidad Aumentada (RA por sus siglas en castellano), Realidad Virtual (RV por sus siglas en castellano) o video, los cuales requieren un ancho de banda de red inalámbrica cada vez mayor. Precisamente las tres principales características del Wi-Fi 6 son su alta estabilidad, su rápida velocidad y su baja latencia.
Su despliegue permite una experiencia de usuario nueva y optimizada en escenarios con una elevada densidad de dispositivos conectados. Algo que, teniendo en cuenta el proceso de digitalización de todos los estamentos de la sociedad que está experimentando el mundo, es primordial. Con la exclusiva antena, que cuenta con un diseño tomado del 5G, y las tecnologías de algoritmos de Huawei, los productos de la serie AirEngine Wi-Fi 6 de Huawei permiten a las empresas construir redes Wi-Fi 6 sin brechas en la cobertura, ofrecer servicios sin tiempo de espera y lograr cero pérdida de paquetes durante la itinerancia. De esta manera, diferentes sectores, entre los que se incluyen la educación digital, los aeropuertos digitales, las finanzas omnicanal, los servicios de salud inteligentes, el gobierno inteligente y la fabricación inteligente, pueden avanzar hacia un mundo inteligente y totalmente conectado.
La combinación de 5G y Wi-Fi 6 representa la dirección principal del desarrollo futuro de la red. Ambas tecnologías prometen permitir la transición de la interconexión de banda ancha entre personas, eventualmente remodelando la forma en que vivimos y trabajamos. Varios servicios, como realidad virtual, la conducción autónoma o la telemedicina surgirán de forma definitiva en un mundo inteligente y totalmente conectado.