Para que una persona pueda interactuar con el mundo digital, necesita un dispositivo para acceder a los servicios y ser productivo. Cuando hablamos de puesto de trabajo en el entorno empresarial seguramente pensemos en un PC portátil y un smartphone. Esta combinación podríamos decir que es tendencia desde hace años. Todos hemos visto que, en los últimos meses, debido a la pandemia, este puesto de trabajo se ha acelerado en todos los sectores para poder habilitar el teletrabajo. Lo que iba a pasar en algunos años ha pasado en meses, pero desde nuestro punto de vista siguen siendo necesarios grandes avances para digitalizar los puestos de trabajo.
Si lo analizamos, las personas que trabajamos con información, y que nuestro puesto de trabajo se basa en un PC portátil y smartphone, no somos el mayor colectivo en la fuerza laboral. Pensemos en personas con puestos de trabajo de “campo” con entornos no ligados a un escritorio, como personal en tiendas, sucursales, restaurantes, turismo, fabricas, agricultura, construcción, salud, logística, seguridad, fuerzas de venta, instalación…
En muchos casos estas personas son la cara visible de nuestra empresa frente a nuestros clientes y la digitalización de estos colectivos sigue siendo una tarea pendiente. Un empleado desconectado no puede consultar stock de material, recibir comunicaciones de la empresa, registrar su actividad, recopilar datos de negocio o clientes, consultar el estado de entrega, acceder a documentación y manuales, recibir asistencia, consultar datos de pacientes, registrar movimientos de activos, registrar pedidos…
Los dispositivos son la clave para que los procesos se digitalicen de extremo a extremo. Un proceso automático que necesita de una persona en un lugar fijo no dará los beneficios esperados y generará frustración e insatisfacción en el empleado. Actualmente muchas empresas siguen operando con procesos pensados en un entorno tecnológico completamente distinto al actual.
La tecnología ha evolucionado y es clave adoptarla para crecer y sobrevivir en el mundo digital que nos ha tocado vivir. Las más importantes son:
Movilidad y “cloud”
Son la base actual para construir la empresa digital. El “cloud” nos permite poder crear nuestros servicios y procesos de manera flexible y en tiempos que hace unos pocos años soñábamos. Si a un servicio “cloud” le añadimos una experiencia de usuario sencilla y efectiva en dispositivos móviles tendremos un servicio (CRM, ERP, flujo…) actualizado con datos precisos que podamos analizar y gestionar. Las capacidades de los dispositivos móviles son enormes, cuentan con potencia similar a los PC, pantallas plegables que permiten visualizar gran cantidad de datos, multitud de sensores que se pueden utilizar en los procesos para mejorar la experiencia de usuario…
Datos e inteligencia artificial (IA)
Un empleado desconectado no genera datos y no puede acceder a servicios. La empresa actual tiene como centro “el dato”, que es la base para generar algoritmos de inteligencia artificial. Recopilarlos es fundamental. Por otro lado, los algoritmos de IA permiten automatizar procesos y optimizar la experiencia del empleado en su interfaz al mundo digital: el dispositivo.
Seguridad
La seguridad del puesto de trabajo debe de estar presente por defecto tanto en el hardware como en el software. No es aceptable que los datos confidenciales de la empresa o clientes sean vulnerados y para ello deben de protegerse en elementos seguros de los dispositivos. Así mismo, las comunicaciones y el acceso a los servicios en el “cloud” deben de contar con mecanismos de cifrado y autenticación seguros y robustos.
En definitiva, el puesto de trabajo que maximiza la productividad necesita ser seguro, al ser móvil y estar basado en servicios “cloud”, con inteligencia artificial para mejorar la experiencia.