La principal ventaja de un despliegue de nube híbrida es poder contar con lo mejor de ambos mundos, on-premises y cloud, y obtener un enfoque altamente adaptado para empresas de cualquier tamaño. Asimismo, el poder realizar una transición gradual al cloud del sistema de comunicación, ya sea como estrategia empresarial o para sopesar los pros y los contras, representa otro de los puntos a favor. En términos de privacidad y control, en un modelo de nube híbrido, se puede mantener el control completo de ciertos aspectos de la infraestructura de comunicaciones y aprovechar al mismo tiempo los beneficios de flexibilidad, administración y escalabilidad de la nube.
Los entornos híbridos son ideales para empresas medianas y grandes, especialmente aquellas con ubicaciones geográficamente distribuidas. En este sentido, el despliegue más común es el de una compañía con la PBX on-premises en la oficina central pero con tecnología cloud para el resto de sedes. Por otro lado, las organizaciones con recursos y cobertura de TI limitados pueden adoptar una solución de nube híbrida para sus herramientas de gestión unificada con el fin de administrar fácilmente los usuarios a lo largo de los diferentes centros. Además, combinar el equipamiento actual on-premises con servicios en la nube que mejoren la movilidad, protege las inversiones existentes al tiempo que aumenta la resiliencia y la eficiencia de escala.
En cuanto a determinar qué mantener en las propias instalaciones y qué llevar a la nube, hay que tener en cuenta que las empresas que se dedican a los servicios financieros, atención médica u operan en cualquier otro sector con preocupaciones de privacidad de datos, pueden estar sujetas a estrictas regulaciones sobre dónde está alojada la información.
Aprovechar el cloud para las funciones basadas en modelos de suscripción, como por ejemplo el Contact Center o un software de UCC, y mantener los servicios de voz en las propias instalaciones, conforma otro escenario ventajoso. En el caso de los Contact Center basados en cloud, proporcionan una gran agilidad en términos de empleabilidad. Con todas las funciones clave, prestaciones, aplicaciones y servicios alojados en la nube, los empleados pueden ser contratados en cualquier lugar y la plantilla se puede ajustar fácilmente según sea necesario.
La nube también agrega una capa de protección en lo concerniente a fiabilidad y continuidad de negocio. En caso de que un fallo de la red afecte al proveedor cloud, tener un entorno on-premises redundante puede minimizar el tiempo de inactividad y las pérdidas que ello puede acarrear.