Para hacer frente de forma adecuada a las ciberamenazas tenemos que conocerlas bien. Y ¿Cómo nos defendemos de algo que no conocemos? Un pilar muy importante es la evaluación preventiva de los riesgos donde la clave está también en los ataques y las vulnerabilidades. Pero, ¿cómo analizamos y medimos eficazmente nuestros riesgos, si un factor tan importante como la amenaza, la desconocemos o no la conocemos en detalle? Es aquí donde la automatización del proceso de detección de amenazas “inteligente” aporta la proactividad necesaria para su conocimiento. Se trata de utilizar la inteligencia para descubrir actividad maliciosa e infiltraciones que pueden haberse ocultado en su red. Y, no solo eso, también puede encontrar correlaciones entre la actividad de red y las ineficiencias en la fabricación imposibles de detectar de ninguna otra manera Como dice Sun Tzu en su libro “El Arte de la Guerra”: Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no debes temer el resultado de cientos de batallas. Si te conoces a ti mismo pero no al enemigo, por cada victoria que ganes también sufrirás una derrota. Si no conoces ni al enemigo ni a ti mismo, sucumbirás en cada batalla.