Como sabemos, la Inteligencia Artificial (IA) y la ciberseguridad caminan de la mano ya que las técnicas de la primera ayudan a mejorar la segunda. Hoy en día, el primer paso para establecer una defensa robusta frente a los ciberataques es incorporar soluciones que incluyan un análisis preventivo y una adecuada gestión de los incidentes de la manera más automatizada posible, y aquí es donde entra en juego la IA en la ciberseguridad.
Las técnicas de IA son muy prometedoras y ayudan a la ciberseguridad a tener una defensa proactiva antes las nuevas y cambiantes amenazas que aparecen día a día. La IA junto con el ML (machine learning) suponen un punto de inflexión en materia de ciberseguridad, ya que ayudan a mejorarla drásticamente.
El uso de estas tecnologías, basadas en la robótica, por los profesionales de la ciberseguridad ayuda a paliar la complejidad cada vez mayor de los sistemas modernos de IT, industria 4.0, IoT y la gran cantidad de datos procedente de todos ellos, sobre todo por su capacidad de análisis. Y es que la IA es un sistema capaz de realizar tareas específicas sin que estas se hayan programado explícitamente, por lo que se están explorando métodos basados en la IA que faciliten el análisis y la toma de decisiones en tiempo real para una rápida detección y reacción ante ciberataques.
En su día a día, los profesionales de la ciberseguridad se ven desbordados por muchas tareas, por el exceso de datos que comentábamos anteriormente y por la falta de tiempo para desempeñar sus tareas, por lo que la IA les es de gran ayuda para detectar las amenazas, automatizar las respuestas y agilizar la defensa e investigación frente a otro tipo de ataques.
Este es uno de los grandes beneficios de la IA ya que, a día de hoy, la falta de profesionales en el sector de la ciberseguridad es una desafortunada realidad y de esta manera se pueden optimizar los recursos disponibles en las organizaciones.
Pero la IA no sólo ayuda a los “buenos”, sino que cada vez está siendo más utilizada por los ciberdelincuentes para perpetrar sus ataques. Debido a la interacción entre estos ecosistemas, es necesario que las estrategias de ciberseguridad e IA se coordinen para crear técnicas y herramientas altamente efectivas.
Se trata de un enorme avance en todos los sentidos, y su participación en las estrategias de ciberdefensa la iremos viendo, porque como dice Nick Bostrom, experto en IA de la universidad de Oxford, “Si la Inteligencia artificial termina siendo capaz de hacer todo o buena parte de nuestro trabajo intelectual mejor que nosotros, tendremos en nuestras manos el último invento que tendrá que realizar la Humanidad”.