¿Cómo ha afectado la pandemia de la Covid-19 a su sector/negocio/empresa?
Afortunadamente pienso que particularmente hemos tenido un impacto profesional poco significativo a causa de la Covid-19. Desde lo avanzado de nuestro proceso de transformación digital que nos ha permitido disponer de las herramientas necesarias, hasta el trabajo mayúsculo de departamentos como RRHH y Logística que han sabido adaptarse a las nuevas necesidades, nos han permitido dar a nuestros clientes la continuidad del negocio que necesitaban.
¿Cree que el mercado de servicios de TI ha sido uno de los más ‘beneficiados’ por la pandemia?
Está claro que las inversiones principalmente en transformación digital se han visto aceleradas por culpa de la pandemia, aunque también sabemos de partners y oportunidades de negocio que se han visto más afectadas. Si bien cabe pensar que todo lo que orbita alrededor de la transformación digital puede haberse observado unos crecimientos muy altos, no debemos olvidar que el sector de los servicios de TI depende a su vez de otras verticales, alguna de las cuales se han visto profundamente afectadas.
Una de las crecientes preocupaciones es la seguridad de los datos almacenados en la nube. Según Forbes, el 80% del trabajo de las empresas ya se encuentra almacenado de manera virtual en 2020. ¿Qué infraestructuras y sistemas se han de crear para garantizar la seguridad de la información y la fuga de datos?
Los beneficios de la adopción de la nube son indiscutibles hoy en día, sin embargo en muchas ocasiones la velocidad de adopción de la misma hace que olvidemos la necesidad de seguridad (en todos los aspectos, no sólo en lo relativo al dato) Para poder abordar la seguridad en la nube debemos hacer un ejercicio conjunto que aborde no sólo las infraestructuras, sistemas y elementos arquitecturales necesarios, sino que hay que incluir nuevos conceptos mucho más culturales o procedimentales como la seguridad por diseño o el “shift-to-left” de la seguridad. En todo caso ambas tendencias tienen que estar perfectamente sintonizadas.
Ante la venta de información obtenida como claves, contraseñas o números de cuenta, que se pueden vender fácilmente en la Deep Web, ¿han detectado un aumento en 2020?¿Qué ofrecen desde su compañía?
Los distintos laboratorios de seguridad de los fabricantes que distribuimos llevan tiempo avisando de la tendencia clarísima a la monetización de los ataques, por lo tanto la venta fraudulenta de activos digitales obtenidos de manera fraudulenta es una de las actividades asociadas a la ciberdelincuencia más consolidadas durante los últimos años.
Los fabricantes de ciberseguridad que distribuimos disponen de distintos acercamientos que permiten abordar entre otros este tipo de problemas, desde la protección y detección del robo, como la minimización del riesgo asociado al uso de este tipo de credenciales en sistemas corporativos. Existen múltiples productos y acercamientos a estas problemáticas, entre otras podríamos destacar:
- Protección de las aplicaciones
- Detección avanzada de usuarios automatizados
- Reducción de la exposición al riesgo asociada a la reputación de los accesos
- Protección de las infraestructuras
- Uso de inteligencia artificial en la seguridad
- Investigación de amenazas y herramientas de detección y respuesta
- Gestión de la identidad y autenticación fuerte
¿Qué tendencias espera para su sector en 2021?
Las últimas amenazas que se han detectado globalmente en el año 2020 han señalado la importancia de disponer de una adecuada (y transparente) capacidad de respuesta ante incidentes, pensamos que las empresas ya han iniciado este camino y poco a poco irán consolidando esa tendencia.
Por otro lado la transformación digital suele venir acompañada de una modernización de las aplicaciones corporativas asociada a tendencias de desarrollo ágiles. Esta necesidad de automatización y de agilidad sin duda marcará la adopción de tecnologías de nube y todo tipo de servicios en formato “as-a-service”, pero además generará una necesidad de securización específica para estos entornos.