Madrid tiene la oportunidad de convertirse en el núcleo de referencia de infraestructura y negocios digitales (hub digital) para el sur de Europa, lo que permitiría acelerar el desarrollo de la economía digital en España.
Es la principal conclusión del estudio Madrid: un hub digital para el sur de Europa. Infraestructura digital conectada, elaborado por Delfos Research para la compañía de data centers Interxion y DE-CIX operador líder de intercambio de internet a nivel mundial.
La clave para que Madrid consiga convertirse en un hub digital de referencia para el Sur de Europa está en que las administraciones sean capaces de atraer una masa crítica de data centers y redes de telecomunicaciones (infraestructura digital conectada).
Esta infraestructura se ha concentrado tradicionalmente en unas pocas localizaciones, próximas a los principales centros económicos y núcleos de población. Esto explica por qué los grandes hubs digitales europeos se encuentran en Frankfurt, Londres, Ámsterdam y París (conocidas bajo el acrónimo FLAP).
Sin embargo, a medida que aumenta la demanda de servicios cloud y se crean servicios más sofisticados y exigentes, avanza la conectividad en países en vías de desarrollo y emergen nuevos negocios e industrias (industria 4.0), se incrementan las necesidades de almacenamiento de datos y de interconexión de redes.
Esto está generando una segunda ola de inversiones que requieren de nuevos hubs digitales en Europa, especialmente en el sur del continente por proximidad geográfica y costes más asequibles.
Las posibilidades de Madrid
Madrid es un hub de interconexión y distribución de tráfico de datos dentro de la Península Ibérica. Cuenta con la presencia de importantes puntos neutros que interconectan redes y con la proximidad a grandes sistemas de cableado submarino que la conectan con África y América a través de Lisboa o Bilbao. A esto hay que añadir que el porcentaje combinado de conectividad de Francia, Reino Unido y Portugal corresponde al 89% de la capacidad de conexión internacional de España.
Según detalla el informe de Delfos Research, Madrid tiene una posición envidiable en el sur de Europa para convertirse de facto en un hub internacional de comunicaciones, su ancho de banda internacional ha experimentado un crecimiento sostenido durante los últimos años y sus interconexiones con otros continentes reflejan su posición geográfica estratégica. No obstante, en relación con África, existe un potencial de mayor crecimiento que Madrid debe explotar.
Madrid concentra cada vez un mayor número de data centers. Este crecimiento se ha producido sin que existiera una planificación deliberada, pero si quiere alcanzar el estatus de Hub Digital, será necesario crear un plan estratégico.
Actualmente, la concentración de data centers en Madrid no está contemplada en la planificación de infraestructuras de la ciudad. Por ejemplo, la planificación de la red de electricidad no contempla las necesidades futuras de los data centers para cubrir la creciente demanda energéticas de la expansión de la infraestructura digital conectada.
Tres escenarios de inversión: “Inercia”, “Estímulo” y “Hub digital”
El estudio de Delfos Research contempla tres escenarios en materia de inversión y un retorno directo, indirecto e inducido en la economía local. Los dos primeros, insuficientes, han sido denominados “Inercia” y “Estímulo” y prevén que inversiones de 100 y 200 millones respectivamente, siendo el último, “Hub Digital”, el idóneo con una inversión de 500 millones de euros. Estas son las medidas que adoptarían y el retorno que tendrían cada uno de ellos:
– Inercia. No se realiza ningún plan o política activa para atraer inversión en este tipo de infraestructuras. Se dejan las decisiones al mercado, sin incentivos externos. En este escenario la inversión acumulada para los próximos 5 años alcanza los 100 millones de euros. El impacto en la economía local es de 944 millones de euros, más una inversión en equipamiento informático de 1200 millones de euros. Con esta inversión se crearían 319 puestos de trabajo a tiempo completo.
– Estímulo. Se activan políticas para incentivar las inversiones en centro de datos y redes. Las administraciones públicas simplifican la tramitación de permisos, incluso ofrecen algún incentivo en forma de facilidad impositiva. En este escenario la inversión acumulada para los próximos 5 años alcanza los 200 millones de euros. El impacto en la economía local es de 1888 millones de euros, arrastrando una inversión en equipamiento informático de 2400 millones de euros. En este escenario se crearían 631 empleos a tiempo completo.
– Hub digital. Las administraciones apuestan por convertir a Madrid en un hub digital y capturar la enorme oportunidad que representa. Para ello, lideran un esfuerzo concertado a través de un plan estratégico en el que se involucra a los principales agentes económicos. En este escenario la inversión acumulada para los próximos 5 años alcanza los 500 millones de euros.
El impacto en la economía local es de 6088 millones de euros a los que hay que aña- dir una inversión en equipamiento informático por valor de 6000 millones de euros. Un total de 1830 puestos de trabajo a tiempo completo se crearían en este escenario.
Factores para atraer la inversión de infraestructura digital
Más allá del montante económico de inversión, para materializar esta oportunidad será necesario un esfuerzo conjunto y coordinado de diferentes actores económicos (operadores eléctricos y de telecomunicaciones entre otros) liderados por la administración pública. Concretamente, existen cuatro aspectos que los se deben cuidar para atraer inversiones en infraestructura digital:
– Energía. El acceso a la energía rápido y económico, puesto que los data centers son grandes consumidores de energía y presentan desafíos como la planificación y operación del sistema eléctrico (que sean fiables, dispongan de energía renovable, sean ágiles ampliando capacidad y costes).
– Redes de comunicaciones que estén interconectadas y sean seguras: Una ubicación que aspire a convertirse en un hub digital debe ser capaz de dar un servicio de calidad a la demanda local y, al mismo tiempo, estar conectada a otros nodos internacionales. Una conectividad robusta depende de distintos factores, que son análogos a los del suministro eléctrico: disponibilidad, agilidad de expansión, nuevas tecnologías de red, competitividad de coste y seguridad.
– Administraciones públicas. La función de las administraciones públicas es de gran importancia antes, durante y después de la construcción de un data center. Se trata de elevados volúmenes de inversión y cualquier retraso en una tramitación o incertidumbres debidas a cambios regulatorios tienen un fuerte impacto. El periodo necesario para construir un data center es de entre 1 y 3 años, mientras que su vida útil supera con facilidad los 20 años. Por eso resulta clave facilitar la inversión, garantizar la transparencia, crear procesos sencillos, ofrecer un marco regulatorio simple, agilizar la expansión o promocionar la región como destino de inversión, entre otra cosas.
– Actividad económica. Para elegir la ubicación de su infraestructura digital, los in- versores realizan un estudio de diligencia previa en el que se analizan todos los factores que afectan a la rentabilidad. Los indicadores económicos o la velocidad en la que se avanza hacia una economía digital son factores determinantes en la elección de una ubicación y se deben cuidar todos estos elementos: disponibilidad de recursos para la construcción y operación, facilidad de acceso, capacidad de expansión, competitividad de costes, riesgos y seguridad e industrias digitales robustas que aumenten la demanda de infraestructuras.