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30 noviembre 2012

Maximizar la eficiencia y la densidad, clave en centros de datos en la nube

Los centros de datos son hoy en día unos grandes consumidores de energía y se calcula que el 2% del total de emisiones de CO2 a nivel mundial tiene su origen en ellos

Por este motivo, la eficiencia energética en los centros de datos es un asunto clave a resolver por parte del sector IT y, en este entorno, la Comisión Europea ha destacado la nube como futuro motor de crecimiento y empleo, anunciando una estrategia para acelerar e incrementar la incorporación del cloud computing.

Según Bruselas, las ventajas del cloud computing son enormes: el 80% de las organizaciones que adoptan la nube consiguen ahorros de costes de al menos entre un 10 y un 20%, y su difusión masiva en todos los sectores de la economía genera considerables ganancias de productividad.

Partiendo de estos beneficios, el modelo de negocio actual de cloud computing ofrece la potencia de computación que necesita el negocio en cada momento. De este modo, los profesionales de TI que adoptan el modelo cloud computing deben asegurarse de que su infraestructura física de alimentación y refrigeración está preparada en términos de densidad y escalabilidad (flexibilidad) para proporcionar un funcionamiento predecible y eficiente.

La alta densidad implica ocupar menos metros de superficie con un número menor de servidores más potentes. Debido a que cada rack concentra más potencia, la refrigeración se convierte en un reto si se espera que los sistemas tradicionales de refrigeración, anteriores a la llegada de la nube, soporten la carga térmica. La infraestructura de un centro de datos en la nube también debe ser más flexible ya que, al optimizar la utilización de los servidores mediante software, las cargas se desplazan de un lugar a otro en el centro de datos. Esto implica que la infraestructura física debe adaptarse constantemente a la carga de TI mediante una infraestructura de alimentación y refrigeración dinámica, lo que supone una complejidad en la gestión que debe ser asumida por un software de gestión avanzado.

Para mantener un centro de datos eficiente y con el tamaño justo en el entorno de la nube, queda claro que las herramientas de gestión predictiva constituyen un método seguro para conseguirlo. Por ejemplo, la suite StruxureWare for Data Centers de Schneider Electric interactúa en tiempo real con los administradores de máquinas virtuales (VMware® vSphere™ y Microsoft®System Centre Virtual Machine Manager) para asegurar que la capacidad de alimentación y refrigeración puede admitir eficientemente las cargas dinámicas.

Centros flexibles y fiables

Los centros de datos de la nube administrados con un alto nivel de tolerancia a fallos de TI permiten reducir la necesidad de redundancia en las infraestructuras de alimentación y refrigeración. Por ejemplo, si el fallo de una unidad SAI en particular no provoca una interrupción de la actividad, es posible que no sea necesario contar con un sistema SAI redundante auxiliar para sustituir al que ha fallado. Adaptar la redundancia de las infraestructuras físicas a la elevada tolerancia a los fallos de los entornos virtualizados de la nube es otra forma de optimizar el dimensionamiento de su instalación. Esta forma de optimizar el dimensionamiento puede reducir aún más el consumo de energía, coste de capital y pérdidas fijas, al tiempo que mejora la eficiencia energética (PUE) del centro de datos.

Conocer los retos que la computación en la nube puede imponer sobre la infraestructura física del centro de datos es un importante primer paso para alcanzar la meta de un centro de datos fiable, eficiente y flexible.

 

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Jorge Jiménez
APC by Schneider Electric
Data Center Business Development