Según el INCIBE, en 2024, se gestionaron 97.348 incidentes de ciberseguridad, lo que representa un aumento del 16,6% en comparación con el año anterior. Además, se ha detectado que los ciberdelincuentes están aprovechando la inteligencia artificial para desarrollar y perfeccionar sus métodos de ataque con mayor rapidez y eficacia. Actualmente, se observa que la IA se utiliza para:
- Generar deepfakes que burlan sistemas de reconocimiento facial: Esto representa una amenaza significativa para los sistemas de autenticación que dependen de la biometría facial.
- Lanzar ataques avanzados a gran escala: La automatización y sofisticación de ataques mediante IA permiten a los ciberdelincuentes ejecutar operaciones más complejas y difíciles de detectar.
- Mejorar ataques de ingeniería social, fraude y secuestro de cuentas (ATO): La IA facilita la creación de mensajes y contenidos personalizados que aumentan la efectividad de estas tácticas fraudulentas.
Principales amenazas en aplicaciones móviles
Las empresas que operan en el ámbito móvil enfrentan diversas amenazas que pueden comprometer su seguridad y operatividad. A continuación, se detallan algunas de las más relevantes:
- Fraude con usuarios falsos y actividades simuladas: La creación de perfiles falsos, clics fraudulentos y otros comportamientos simulados pueden distorsionar métricas y afectar negativamente las decisiones empresariales.
- Ataques de bots: Incluyen ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), uso indebido de credenciales y ataques de fuerza bruta, que pueden saturar sistemas y comprometer datos sensibles.
- Ingeniería social: Técnicas como el phishing, vishing y otras formas de manipulación buscan engañar a empleados y usuarios para obtener información confidencial o acceso no autorizado.
- Ataques con IA y deepfakes: La inteligencia artificial se utiliza para crear contenidos falsos altamente realistas, como deepfakes, que pueden burlar sistemas de autenticación biométrica y engañar a usuarios.
- Secuestro de cuentas (ATO) mediante spyware o malware: La instalación de software malicioso en dispositivos móviles puede permitir el acceso no autorizado a cuentas y datos sensibles, facilitando actividades fraudulentas.
- Cumplimiento normativo y protección de datos: Las empresas deben garantizar que sus aplicaciones móviles cumplan con las regulaciones vigentes y protejan adecuadamente la información de los usuarios.
Protege tus apps
Ante el aumento de ciberataques dirigidos tanto a dispositivos móviles corporativos como personales y la creciente presión sobre las empresas que desarrollan y gestionan aplicaciones móviles para garantizar la seguridad de sus usuarios y el cumplimiento normativo, surge la necesidad de contar con soluciones ágiles y eficaces.
Para ello, Abast se ha aliado estratégicamente con Appdome, una plataforma que permite a las organizaciones mejorar significativamente la resiliencia de sus aplicaciones móviles frente a amenazas modernas y adaptarse rápidamente a los requisitos cambiantes del entorno de ciberseguridad, sin ralentizar sus ciclos de desarrollo ni depender de recursos adicionales.
Appdome protege las aplicaciones móviles sin necesidad de modificar el código fuente facilitando a los equipos de desarrollo y seguridad la integración de múltiples capas de protección de forma rápida, flexible y escalable.
Entre sus principales funcionalidades de seguridad destacan:
- Protección contra malware y ataques de inyección de código: Appdome implementa defensas avanzadas que evitan la manipulación o explotación de las aplicaciones móviles mediante técnicas como hooking, debugging o modificación del código.
- Cifrado de datos: Garantiza que toda la información sensible almacenada localmente o transmitida por la app esté protegida con cifrado fuerte, cumpliendo con estándares como GDPR, HIPAA o PCI-DSS.
- Detección de rooting y jailbreak: La plataforma es capaz de identificar si el dispositivo ha sido comprometido —por ejemplo, mediante rooting en Android o jailbreak en iOS— y permite bloquear el uso de la aplicación o aplicar medidas de mitigación automáticas.
En un entorno cada vez más digital y móvil, la seguridad de las aplicaciones se convierte en un pilar fundamental para proteger tanto a las organizaciones como a sus usuarios. La ciberseguridad debe integrarse desde el diseño de las apps y mantenerse actualizada frente a un panorama en constante evolución.










