La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías más disruptivas y prometedoras de los últimos años: ha demostrado ser una de las principales herramientas para impulsar la innovación y la eficiencia en compañías de múltiples sectores, gracias a sus numerosos puntos de aplicación. Si bien el fenómeno del ChatGPT ha puesto aún más en relieve su relevancia, lo cierto es que las empresas tecnológicas llevamos años haciendo uso de la IA y del valor añadido que aporta.
Sin embargo, para sacar el máximo provecho de la IA, es imprescindible contar con una infraestructura adecuada que nos permita desarrollar, desplegar y escalar soluciones de manera ágil, segura y rentable. Y la nube juega un papel fundamental, al proporcionar el entorno necesario para el desarrollo, entrenamiento y despliegue de los modelos de IA e IA generativa.
Según Gartner, las plataformas nativas de la nube servirán de base para más del 95% de las nuevas iniciativas digitales en 2025, frente a menos del 40% en 2021. Para las empresas, supone una oportunidad en términos de innovación, siendo capaces de habilitar tecnologías como la IA más rápidamente.
La nube, imprescindible para conseguir escalabilidad y flexibilidad
El despliegue de la IA presenta diversos desafíos que las empresas deben abordar de manera efectiva si desean obtener beneficios reales para sus negocios. Muchos de estos retos están estrechamente ligados a la gestión de datos en cada organización, abarcando desde la gestión efectiva de los mismos, su uso ético y la manera de preservar su privacidad, hasta el aprovechamiento de los conocimientos recabados de la manera más eficiente posible, la elaboración de estrategias o la realización de cambios organizacionales, si fueran necesarios.
La nube ofrece una solución escalable y flexible para abordar estos obstáculos, permitiendo a las organizaciones ajustar dinámicamente sus recursos según las demandas del proyecto. Esto garantiza que los equipos de IA dispongan de la potencia de cómputo necesaria para entrenar modelos complejos y manejar grandes conjuntos de datos, sin incurrir en costos excesivos de infraestructura.
Además, la nube ofrece acceso a recursos avanzados como las Unidades de Procesamiento Gráfico (GPU), especializadas en tareas de aprendizaje profundo y procesamiento de datos a gran escala. Estos recursos aceleran el entrenamiento de modelos de IA y mejoran su rendimiento, generando modelos más precisos y eficientes.
Asimismo, el cloud facilita la colaboración entre equipos de desarrollo y operaciones, lo que permite una implementación más rápida y eficiente de modelos de IA en entornos de producción. Con herramientas de despliegue automatizado y gestión de contenedores, las organizaciones pueden iterar rápidamente en sus soluciones de IA y llevarlas al mercado en tiempo récord. La capacidad de escalar horizontalmente en la nube también permite gestionar cargas de trabajo impredecibles y garantizar un rendimiento óptimo en todo momento.
Un ejemplo concreto de cómo aprovechar la nube para proyectos de IA es nuestra reciente colaboración con Microsoft. Juntos, facilitamos la adopción de soluciones de IA generativa de nivel empresarial en la nube de Microsoft, utilizando nuestros Centros de Innovación Conjunta, la amplia cartera de patentes de Kyndryl en datos e IA, y el acceso a servicios como Microsoft 365 Copilot, Azure OpenAI Service y Microsoft Fabric.
Garantizar la seguridad de los proyectos de IA
La intersección entre la IA y la privacidad plantea una cuestión fundamental: ¿es posible conciliar estos dos conceptos? A medida que la IA se expande tanto en el ámbito empresarial como en el personal, encontrar un equilibrio entre la innovación y la protección de datos se vuelve cada vez más relevante. Estrategias como el cumplimiento normativo y el diseño ético juegan un papel crucial en asegurar que la IA y la privacidad coexistan de manera efectiva y beneficiosa para todos.
En este sentido, la nube ofrece niveles avanzados de seguridad y confiabilidad para proteger los datos sensibles utilizados en proyectos de IA. Mediante la implementación de medidas como el cifrado de datos, el control de acceso y el monitoreo de amenazas, las organizaciones pueden mitigar los riesgos asociados con el manejo de información confidencial en entornos de nube.
La IA resultará clave para el avance y la modernización de las empresas en los próximos años, ya que les ayuda a dotarse del conocimiento necesario para mejorar su rendimiento y competitividad. En Kyndryl, estamos ayudando a nuestros clientes a definir y alinear su estrategia de modernización con sus resultados empresariales. Aliviamos parte de la fricción y la incertidumbre inherentes a las implantaciones en la nube complejas con la creación conjunta de las soluciones cloud adaptadas, ofreciendo el soporte necesario en cuanto a habilidades, soluciones y seguridad para que las empresas puedan alcanzar sus objetivos y recuperar el ROI de la nube.
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