En los últimos años, estando involucrado en muchos proyectos de seguridad y de workplace, he podido vivir de primera mano la “revolución” de la identidad dentro de TI.
La explosión del teletrabajo nos ha obligado a tomar decisiones rápidas y tácticas como el uso de una autenticación multifactor para garantizar que el usuario remoto pueda ser identificado de una manera más profunda.
En la mayoría de los casos, esta responsabilidad ha recaído en los departamentos de workplace con la bendición de los responsables de seguridad. Pero las arquitecturas híbridas, las aplicaciones en formato SaaS, la necesidad de controlar los accesos por parte de terceros -cadena de suministro/usuarios externos-, la digitalización extrema de todos los servicios B2b y B2c han llevado la IDENTIDAD sobre la mesa de diferentes departamentos.
Es una orquesta en la que cada instrumento debe estar afinado para que surja la sinfonía.
El departamento de Seguridad necesita gestionar todas las Identidades, integrar dentro de sus rutinas de SOC la Identidad para poder detectar y solucionar cualquier potencial problema.
A la vez, Recursos Humanos quiere y necesita que los procesos de onboarding/ offboarding de los usuarios sean lo más ágiles e integrados posible con todas las herramientas corporativas.
Los stakeholders de negocio (marketing, canales digitales, etc.) necesitan mejorar el beneficio de sus aplicaciones, y la identidad digital de sus clientes es un factor clave para optimizar todo eso y tomar decisiones de negocio personalizadas para cada cliente.
En definitiva, podemos afirmar que la Identidad ha pasado en pocos años de ser algo táctico -el parche del MFA para permitir el teletrabajo- a ser clave estratégica para cualquier organización (TI , seguridad, negocio).
¿Por qué la identidad es clave en la estrategia de TI?
La transformación digital ha redefinido la manera en que interactuamos con la tecnología. Desde entornos educativos hasta infraestructuras críticas, la gestión de la identidad es un factor determinante para garantizar seguridad, cumplimiento normativo y una experiencia fluida para usuarios y empleados.
Las organizaciones ya no pueden confiar en perímetros de seguridad tradicionales. Con el auge del teletrabajo, el acceso remoto y la interconexión de dispositivos IoT, la identidad digital se ha convertido en la nueva frontera de la ciberseguridad. Adoptar una estrategia de Identity Management (IAM) bien definida no solo previene brechas de seguridad, sino que también optimiza procesos, mejora la productividad y reduce costos operativos.
No solo protege los activos digitales, sino que también garantiza la eficiencia operativa, la seguridad y el cumplimiento normativo.
Según datos recientes, el 50% de las empresas que no gestionan su identidad digital pierden clientes debido a problemas de reputación en línea. Es clave proteger todas las identidades dentro de la organización: aquellas internas (los empleados), los usuarios externos (ej. cadena de suministro), las identidades máquinas y también las identidades de los partners de negocio o de nuestros clientes (B2B/B2C).
Barreras en la adopción del Identity Management
A pesar de sus ventajas, la gestión de la identidad sigue enfrentando desafíos en muchos sectores:
- Complejidad en la integración con sistemas heredados en administraciones públicas y transporte, donde aún existen infraestructuras tecnológicas obsoletas.
- Falta de concienciación en Industria, donde la seguridad de accesos en entornos OT (Operational Technology) no siempre se prioriza.
- Experiencia del usuario en la educación, donde la gestión de identidades debe equilibrar seguridad con accesibilidad para estudiantes y docentes.
Seguridad y Protección contra Amenazas
La gestión de identidad permite controlar el acceso a los sistemas y datos de una empresa, asegurando que solo los usuarios autorizados puedan interactuar con información sensible. Al implementar autenticación multifactor (MFA) y políticas de acceso basadas en roles, se reducen los riesgos de ataques cibernéticos como el phishing o el robo de credenciales.
Cumplimiento Normativo
Regulaciones como el GDPR, CCPA, ISO 27001, NIS2 o DORA exigen que las empresas implementen controles estrictos sobre la gestión de identidad y acceso. Un sistema adecuado no solo ayuda a cumplir con estas normativas, sino que también evita sanciones y protege la reputación de la organización.
Casos de éxito y ámbitos de aplicación
La implementación de soluciones de Identity Management ha demostrado ser un diferenciador clave en múltiples sectores:
- Educación: universidades europeas han reducido accesos no autorizados en plataformas académicas aplicando autenticación multifactor (MFA).
- Industria: fábricas con entornos IoT han integrado gestión de identidades para evitar accesos malintencionados a maquinaria conectada.
- Transporte: los aeropuertos han mejorado la seguridad perimetral mediante control de accesos basado en identidad digital.
- En las administraciones públicas: la digitalización de servicios administrativos exige identidad federada para garantizar autenticidad en trámites online.
Hacia un modelo de identidad segura y eficiente
El futuro de la identidad digital pasa por adoptar modelos de seguridad como Zero Trust, donde cada acceso es validado sin presuponer confianza. Soluciones de gestión de identidad modernas permiten automatizar la administración de usuarios, garantizar cumplimiento normativo (como DORA o NIS2) y mejorar la resiliencia operativa.
En un mundo donde la identidad es el nuevo perímetro, su correcta gestión no es solo una necesidad, sino un factor estratégico para el éxito empresarial.