Pegasus Aero Group es un clúster aeronáutico internacional con más de 50 años de historia, más de 550 empleados y alrededor de 120 aeronaves. Con un enfoque claro hacia el sector de las emergencias (actividades de rescate, incendios, etc.), cuenta con tres grandes centros productivos en Italia, Chile y España. La compañía tiene estructura de doble campaña de modo que opera en verano en España, Portugal, Italia, Turquía y Grecia y, cuando llega la campaña estival del polo sur, traslada sus recursos a Sudamérica. Ramón Freire, CIO de Pegasus Aero Group, comparte los grandes desafíos que enfrenta una actividad tan compleja.
¿Cuáles son los grandes desafíos en término de TIC en su sector?
Uno de los principales es el tema de las comunicaciones. Nuestras operaciones suelen realizarse en sitios de baja conectividad, un problema mucho más acrecentado en países como Chile, pero que también sucede en España pues trabajamos en parques naturales, en alta montaña, en muchos sitios de difícil acceso con vehículos y de difícil acceso a nivel de comunicación. Gracias a las nuevas tecnologías que han surgido, como los satélites de baja órbita, con baja latencia y gran ancho de banda, hemos podido cubrir ese nicho que nos quedaba sin cobertura y que no nos permitían avanzar en el proceso de digitalización como queríamos. Hace un par de años hicimos una inversión importante en comunicaciones y hemos conseguido abarcar el 100% de nuestra operativa con una conectividad muy decente para poder tener videoconferencias y hacer gestiones sobre las plataformas digitales que se están poniendo en marcha.
Otro de los grandes retos de nuestro sector es el marco normativo con organismos como AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), EASA (European Union Aviation Safety Agency) y sus equivalentes en Italia y Chile, que muchas veces te marcan como empresa hasta dónde puedes llegar en ciertos procesos de digitalización. Por ejemplo, para AESA, hasta hace muy poco, su único sistema de certificación cualificada validado era mediante token con USB para poder firmar un documento digital. La tecnología ya va por sistemas biométricos o sistemas con clave o certificado centralizado en cloud donde yo puedo firmar con garantías desde un móvil o desde un iPad sin tener ninguna llave física. Ha costado, esa tecnología ya lleva en el mercado mucho tiempo, pero hasta ahora AESA no había empezado a estudiar la admisión de este tipo de tecnología.
¿Y también en otros ámbitos cómo la ciberseguridad?
Sí, sin duda, no sólo por la parte de AESA, sino también lo que la Unión Europea está sacando nivel global. A nosotros todavía la NIS2 no nos va a aplicar, porque no somos un operador como Iberia que presta servicios a cliente final, pero seguro que lo tenemos que cumplir dentro de un año, así que ya estamos trabajando en ese marco normativo de seguridad de la información. Lo llevamos trabajando desde bastante antes de que salieran las normas específicas de EASA al respecto, con el Esquema Nacional de Seguridad y la ISO 27001. PART-IS, que así se llama el específico que ha sacado EASA, es como la ISO 27 o la NIST americana, pero aderezada con algunos aspectos específicos de SAFETY – Seguridad Operacional, y que partir de 2026 nos será auditada todos los años.
Y, finalmente, otro de los grandes retos que para el área de Tecnología es que tenemos volumen muy alto de pilotos y mecánicos, que no son usuarios de TI al uso. Poder facilitar todas las herramientas corporativas a los dispositivos personales de los empleados ha supuesto un gran reto tecnológico y desde el punto de vista de conectividad y de seguridad. Hemos llegado a dar ya ese salto y tenemos una política BYOD (Bring Your Own Device). Cualquier empleado, no solo a los pilotos y los mecánicos, tienen acceso al correo, a la intranet, a toda la gestión documental y aplicaciones corporativas, desde sus dispositivos personales. Todo esto ha sido gracias a un trabajo previo que hemos hecho de adecuación de la información, control de acceso a las aplicaciones e implantación de algunas tecnologías de ciberseguridad, todo muy enmarcado en esos marcos normativos de seguridad de la información de los que hablábamos.
En esos dispositivos, ¿con una parte personal y otra corporativa estancas, en donde en esta última no es posible instalar determinadas apps o acceder a determinado contenido?
Así es. Ha sido un reto por parte del área de Sistemas y un cambio cultural. La plataforma por la que hemos apostado es Microsoft Intune, para desplegar nuestro MDM (Mobile Device Management) y encapsular las aplicaciones corporativas a las que pueden acceder. Así, en la parte de empresa tienen OneDrive, SharePoint, el navegador para entrar a la intranet, acceder a todos los documentos corporativos, las aplicaciones para meter su parte de vuelo, para ver los manuales… Todo lo que antes veían en un terminal de taller o veían en un ordenador de base, ahora lo tiene accesible desde cualquier parte, con un móvil, una tablet o, incluso, con su ordenador personal, con acceso a través de escritorios remotos web securizados para ellos. Ha sido una medida que ha contribuido a la conciliación y a la calidad de vida de nuestros empleados, con la tranquilidad por parte de la empresa de que esos documentos no pueden salir de la organización, ni voluntaria ni involuntariamente. Si hackean el móvil personal no van a poder entrar a la parte corporativa, y siempre se garantiza la confidencialidad de los datos del empleado.
Hablar de ese nivel de movilidad es hablar de cloud. ¿Cómo lo han planteado?
Claro, efectivamente, en todos los sistemas corporativos que hemos podido. Somos clientes de Office 365 hace bastante tiempo. Antes teníamos toda la información en silos locales, entre Excel y carpetas de red al uso…, pero se ha ido migrando al cloud en un proceso de transformación con una gestión del cambio importante. A los usuarios había que darles formación. No vale con instalar la herramienta y poner OneDrive y Teams.
¿Han optado por un entorno multicloud?
Azure es nuestro partner principal, aunque tenemos alguna cosa con cdmon y con un modelo híbrido con una parte on-premise. Cuando llegué aquí hace dos años, había una filosofía pura on-premise, con algunas cosas en cloud y Office 365. La estrategia que hemos seguido es no tirar todo lo que tenemos on-premise, lo hemos dotado de seguridad y mecanismos de alta disponibilidad, y conforme va habiendo renovación o se vean oportunidades de mejora de una herramienta o de una aplicación, pasar a cloud. No invertimos en hardware desde hace dos años, pero sí es verdad que hemos invertido un poquito en esa hibridación. Independientemente de que la aplicación esté on-premise o esté en cloud, incluidas las aplicaciones legacy en el CPD que todavía no hemos podido migrar al cloud de Azure, al piloto o al mecánico le da igual, las tiene accesibles y con seguridad en el acceso basada en esa hibridación. Y, por supuesto, todo lo nuevo lo desarrollamos en cloud.
En concreto, estamos usando mucho el modelo de plataforma de PaaS, plataforma como servicio. No compramos máquinas reservadas ni instancias, sino que compramos bases de datos, instancias de web apps, application services… pagando por uso. Para aplicaciones corporativas como las nuestras, donde no van al público en general, son muy, muy, eficientes económicamente, infinitamente más que levantar una máquina en Azure y poner ahí tus servicios web y tus bases de datos.
Nuestra estrategia cloud y el hecho de tener disponibles todo el portfolio de aplicaciones cloud que hay hoy día, nos ha permitido avanzar a una velocidad muy rápida en cuanto a mejora de ciberseguridad y mejora de servicios hacia los empleados. Por ejemplo, ya estamos consumiendo en modo pago por uso soluciones de filtrado web, seguridad en el puesto de trabajo, con despliegue muy rápido gracias a que no tengo nada on-premise.
El camino para convertirse en una empresa data-driven no es fácil. ¿Hubo que derribar muchos silos de información?
Efectivamente. Para nosotros, uno de los primeros retos o grandes problemas que nos encontramos aquí cuando quisimos dar el salto a desarrollar esas aplicaciones claves para las bases operativas, las aeronaves, los pilotos, los mecánicos, es que no había una gestión de datos maestros. Entonces, invertimos mucho tiempo en ver la calidad de esos maestros y centralizar las múltiples fuentes de datos en un único data warehouse en Azure, donde estén los maestros de los que van a beber el resto de aplicaciones. Invertimos mucho tiempo en ese proceso de limpieza y de mantenimiento. Tener en una base de datos única con todas nuestras bases operativas, nuestras matrículas, nuestros pilotos, mecánicos, nuestros centros de coste, nuestros contratos… nos está permitiendo explotar toda esa información, desarrollando un nivel brutal de detalle y sacando casos de uso de mucha utilidad para la compañía. Este año hemos empezado ya a poder explotar desde PowerBI todo eso gracias al trabajo previo. En este camino hemos eliminados cientos de Excels y estamos en el proceso de esa democratización del dato operativo para todas las áreas.
¿Está aplicando Inteligencia Artificial (IA) para analíticas avanzadas de todos esos datos?
Ya usábamos ciertos algoritmos desde hace muchos años para el forecasting, la previsión de mantenimiento de las piezas de los helicópteros. Gracias a estos pasos, ya estamos en disposición de aplicar una inteligencia artificial y una analítica más avanzada y otro tipo de cálculos predictivos apoyándonos en el dato. Estamos trabajando con algunos partners, como Amazon y algunos más, para ver si somos capaces de extraer más información de nuestros helicópteros, con más métricas, recogida de datos de nuestras máquinas y automatización de tareas.
¿Combinar IA con IoT?
Eso es, acceder a esos parámetros técnicos de la aeronave y combinarlos con cierta información del entorno, temperatura, humedad del terreno y demás que nos permita hacer una captura masiva de datos en cloud y poder sacar casos de uso de utilidad. Ahora mismo estamos viendo qué soluciones de mercado generalistas nos valdrían para poder hacer esa captura y enviarlos en tiempo real al cloud, aunque tenemos parados algunos proyectos porque no tenemos resuelta al 100% la comunicación total en la aeronave. Es verdad que todas van equipadas con un router de altas prestaciones 4G, con varias tarjetas, que nos sirve para recepcionar imágenes muchas veces y algunos fragmentos de vídeo en tiempo real, pero en muchas zonas, como en Chile, la mayoría del tiempo están sin mandar tráfico. Estamos con algunos partners de referencia, con Ericsson, Vodafone, Telefónica… viendo a ver cómo podemos dar el siguiente pasito de la conectividad del helicóptero, cómo dotarlo de banda ancha a un coste asumible.
Además, no es solo para los helicópteros, también trabajan con drones, ¿no es así?
Estamos empezando con ellos. Ahora tenemos un acuerdo muy importante con el Gobierno de Canarias y estamos desarrollando un proyecto allí basado en drones donde vamos a tener pilotos y personal operativo especialista en drones. Ya se está contratando personal para volar y operar con drones en las islas, en Fuerteventura, desde la perspectiva de biodiversidad, el entorno, el medio ambiente, y por supuesto con la parte de la gestión de emergencias. Van a ser nuestros primeros pasos con las aeronaves no tripuladas y lo vamos a completar con un centro de simulación que se está montando allí.
Ya tenemos experiencia en montar simulación, puesto que tenemos el centro de simulación SEILAF en el Aerópolis de San José de la Rinconada (Sevilla). Es un simulador único en el mundo de categoría full flight, en el que las horas que hace allí un piloto de un Bell 412, que es un tipo de helicóptero, computan como si estuviera volando en real. Además, este simulador está totalmente integrado con un simulador de puesto operativo en tierra y un simulador de un coordinador aéreo, todos ellos trabajando en la misma misión y con comunicaciones vía radio. Son tres simuladores capaces de hacer misiones conjuntas.
Vienen a formarse cuadrillas del INFOCA, del gobierno de Navarra, de La Rioja, Comunidad de Madrid…, y pilotos de todo el mundo. Cuando se montó hace ocho o diez años ya simulaba el comportamiento del fuego. Con Catec y la Universidad de Córdoba desarrollamos un modelo de propagación del fuego y viento cruzando muchas variables (tasa de lluvias, tipo de terreno, velocidad del viento…) y ya estamos trabajando para mejorar ese modelo con las nuevas tecnologías y con la capacidad que ahora nos ofrece el cloud para ese procesado de esos modelos en tiempo real.
¿Cómo valora la contribución de la Asociación @aslan en la definición de la estrategia de innovación de la compañía (en términos de novedades, tendencias, networking…)?
Conozco la asociación desde hace muchísimos años. Tras acabar la carrera, empecé a trabajar en una empresa del sector retail y desde, prácticamente 2004-2005, conozco y voy al congreso anual que se hace en Madrid. Es un foro inigualable donde poder ir, y en poco espacio y tiempo ver a fabricantes de toda índole, partners de soluciones software que estás valorando y allí las tocas y ves los casos de uso, hacer networking en las charlas, en las sesiones con colegas de otros sectores de los que se aprende… Lo veo un marco incomparable y una visita obligada todos los años. Y lo que me gusta mucho también es el concepto de foro itinerante, aquí cerca en Sevilla, pues es una oportunidad de acercarnos a esas empresas más de cercanía, de Córdoba, de Sevilla…
¿Qué otras actividades de las que organiza la Asociación le parecen más interesantes y provechosas para su organización?
Por supuesto, los eventos online que hace de monográficos de tecnología. La asociación aporta mucho a la comunidad TIC y la verdad es muy agradable siempre contar con la posibilidad de acceder a esos eventos que organizan.
Pegasus Aero Group
CIO
