Desde los orígenes de la Ciberdelincuencia nos hemos estado protegiendo a través de las diferentes herramientas y metodologías que nos ha proporcionado el mercado. Actualmente existe una amplia industria dedicada a la Ciberseguridad que nos ayuda a predecir posibles ataques o explotación de vulnerabilidades y a continuación implementar esas soluciones a modo de reglas en nuestras diferentes herramientas de protección, y también nos proveen de nuevas firmas de detección basadas en ataques anteriores.
Pero en la última década la Ciberdelincuencia ha evolucionado a un ritmo alarmante y se ha ido transformando hasta convertirse en un mercado profesional. Esto les permite ser capaces de acceder a las tecnologías más avanzadas que, a día de hoy, vienen de la mano de la Inteligencia Artificial (IA) y su capacidad para aprender y adaptarse. Estamos ante una nueva gran actualización de las Ciberamenazas donde los ataques que se desarrollan son más rápidos que la capacidad que tienen los seres humanos para contenerlos y por tanto ya no son válidas las estrategias de ciberseguridad que hemos venido utilizando hasta ahora, incapaces de evitar y parar este tipo de ataques.
Es por ello que la ciberseguridad ocupa y preocupa cada día más a todo tipo de empresas y se ha convertido en uno de los grandes retos de nuestra época. Las organizaciones se han de dotar de las herramientas necesarias para poder hacer frente a esta nueva era de ataques que serán altamente personalizados, podrán imitar perfectamente a los seres humanos y podrán escalar y propagarse a velocidad de máquina.
Desde nuestro punto de vista y experiencia en este sector, consideramos que necesitamos apoyarnos en la IA para hacer frente a este tipo de nuevas amenazas denominadas “la IA ofensiva” donde un código de ataque altamente malicioso será capaz de adaptarse para comprometer hábilmente a cualquier sistema y evadir la detección, como últimamente los hemos descubierto en diferentes organizaciones.
Este uso activo y defensivo de la IA va a transformar el papel de los equipos de seguridad de manera fundamental puesto que les ayudará a defender automáticamente las redes, luchando contra la IA ofensiva en una batalla de algoritmos. Estamos ante un nuevo hito en la batalla por la ciberseguridad, y seguramente, como casi siempre, ganará el mejor preparado.