El uso de la inteligencia artificial (IA) en ciberseguridad resulta especialmente interesante por su capacidad única para identificar y evitar ataques que antes pasábamos por alto.
También los ciberdelincuentes, de su lado, pueden utilizar la IA. Todos los expertos en ciberseguridad coinciden en que los ciberataques perpetrados a través de la IA ya están aquí.
La IA es una tecnología formada por varios elementos. Uno de ellos es el aprendizaje automático, que funciona igual que el aprendizaje humano, solo que a una escala más grande y rápida.
Para lograr un alto grado de precisión, primero hay que recopilar grandes ‘datasets’ para entrenar a la IA y, desarrollar un algoritmo avanzado, que no es más que una ecuación matemática que puede reconocer o predecir un resultado con gran precisión. Ese algoritmo puede aplicarse a textos, imágenes, archivos, etc… Para lograr resultados se necesita mucho tiempo, pericia y recursos.
Hasta la fecha, los productos basados en la IA eran herramientas avanzadas que se utilizan para un fin muy concreto. Pero como todo, la IA se puede usar para bien o para mal.
Malos usos
Los CAPTCHA utilizan la información proporcionada por personas para enseñarle a una máquina cómo tienen que ser las imágenes. Al clicar en las fotos y elegir recuadros que tienen letras o coches, en realidad enseñamos a una red neuronal a reconocer una letra o un vehículo. Los ‘malos’ pueden implementar esa misma mecánica en sus foros y desarrollar sus propios algoritmos de IA con el objetivo de corromper esos CAPTCHA.
Las soluciones de IA también pueden emplearse para delinquir si sabemos qué es lo que busca la herramienta. Algunas soluciones pueden distinguir el tráfico humano y no humano de un sitio web. Para lograrlo, evalúan factores como el tipo de navegador, geolocalización y husos horarios. Un delincuente puede crear una herramienta basada en IA para procesar esa información y combinarla con una que robe las credenciales de acceso.
Aun así, hay esperanza
La buena noticia es que los buenos les llevamos ventaja, la industria ya dispone de soluciones basadas en IA preparadas para hacer frente a esas amenazas. La ventaja es debida al nivel de recursos y talento necesarios, el listón está muy alto. No obstante, la situación puede cambiar si incluimos a los Estados en la ecuación.
Es importante que sigamos creando y mejorando dichas herramientas. De lo contrario, los malos no solo nos alcanzarán, nos adelantarán.