Ante un creciente y estricto conjunto de directivas y reglamentos dirigidos a proteger la información y los sistemas críticos de las ciberamenazas, las organizaciones se enfrentan al reto de acatar diferentes legislaciones, mientras fortalecen su resiliencia operativa y potencian la actividad.
Sin embargo, este proceso de cumplimiento puede turbar a muchos responsables, en tanto en cuanto perciben que para alcanzar y mantener la conformidad legal deben realizar una gran inversión en tiempo y recursos (humanos, tecnológicos, formación…), sin que ello garantice su posterior consecución. Esta sensación, junto al temor a sufrir filtraciones de datos, interrupciones de servicio y/o pérdidas financieras y de reputación, está menoscabando la confianza de algunas organizaciones, que no saben cómo satisfacer este complejo marco normativo que demanda mayores niveles de ciberseguridad.
Cinco pilares esenciales
Las empresas pueden adaptarse a normativas como NIS2, CRA o DORA estructurando su estrategia de ciberseguridad en torno a cinco pilares esenciales:
- Visibilidad y protección integral: La clave para una ciberseguridad sólida es lograr una visibilidad completa, desde redes hasta aplicaciones en la nube. Las soluciones deben proporcionar supervisión en tiempo real para identificar amenazas emergentes y actividades anómalas. Además, es crucial contar con herramientas que protejan los entornos híbridos, donde los datos y las aplicaciones fluyen entre dispositivos locales y servicios en la nube.
- Automatización y respuesta rápida: La capacidad de responder de manera automatizada y precisa ante incidentes reduce el impacto de las amenazas y minimiza el tiempo de inactividad. Las empresas deben implementar plataformas que utilicen inteligencia artificial para automatizar la detección y la respuesta a incidentes. Estas soluciones también deben incluir funcionalidades que aseguren la continuidad del negocio, como la recuperación rápida y la restauración inmutable de datos tras un ataque.
- Evaluación y gestión de riesgos: Las normativas como NIS2 subrayan la importancia de una gestión proactiva de riesgos, especialmente en la cadena de suministro. Herramientas específicas pueden evaluar continuamente la postura de seguridad tanto interna como externa, asignando métricas claras para identificar vulnerabilidades en socios y proveedores.
- Protección y control de datos: Las soluciones de protección deben garantizar que los datos estén seguros cuando están en tránsito o en reposo, y que solo las personas autorizadas puedan acceder a ellos. También es fundamental proteger los entornos de trabajo en la nube y las aplicaciones utilizadas para el intercambio de información, asegurando que no haya filtraciones o accesos no autorizados.
- Gestión unificada del cumplimiento normativo: En un entorno con múltiples normativas coexistiendo, es esencial adoptar herramientas que permitan gestionar el cumplimiento desde un único panel de control. Estas soluciones deben facilitar la supervisión, auditoría y generación de informes, ayudando a las empresas a mantenerse actualizadas y preparadas ante los requisitos regulatorios.
Exclusive Networks, como socio estratégico, puede proporcionar la identificación más adecuada de estas soluciones y colaborar con el partner más oportuno en su diseño e implementación, ayudando a las organizaciones a superar los desafíos regulatorios y a fortalecer su postura de seguridad de manera sostenible y eficaz.