Ayer se celebró la segunda jornada del 35º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, organizado por AMETIC, la patronal de la industria digital española, coorganizado con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y en colaboración con Banco Santander. Dentro de la mesa debate sobre el Plan Nacional de la Digitalización, en la que participaron Gianni Cecchin, CEO de Verne Group, compañía española especializada en telecomunicaciones y TIC, José Luis Martín Zabala, Vicepresidente de Venta Indirecta de Sage España, Carlos Gándara, Director B2B de Samsung, y Jeremy Rollinson, Senior Director de EU Government Affairs en Microsoft, se dibujó la situación en que se encuentran actualmente las PYMES en cuanto a digitalización, así como los principales retos y objetivos.
En palabras de Gianni Cecchin, CEO de Verne Group “Desde un punto de vista estructural, las pymes son empresas con una gran capacidad de adaptación y flexibilidad por su estructura plana, donde los procesos internos son más rápidos y sencillos, algo beneficioso a la hora de enfrentar cambios y adaptarse a nuevas situaciones, como es la digitalización. Sin embargo, y aunque la crisis ha permitido muchos avances, hay que diferenciar entre usar tecnología y digitalizarse”.
El directivo de la empresa de telecomunicaciones hace hincapié en que hace falta un cambio de mentalidad, de cultura empresarial, que haga que las empresas entiendan la digitalización como una inversión y no como un coste. “Todavía existe mucho miedo, que radica en que los empresarios no acaban de comprender cuál es el beneficio final, todavía no entienden el mundo del dato. Por lo que se torna indispensable la formación especializada y una buena labor de concienciación por parte de los principales players tecnológicos y de la administración pública”, asegura.
Seis aspectos clave para que las PYMES puedan sacar partido del Plan de Digitalización
Según Verne Group, hay 6 aspectos que se deben abordar para que el Plan de Digitalización de la PYME pueda ser un éxito:
- Digitalización como cambio cultural: la digitalización debe entenderse como un cambio cultural y de mentalidad en los propios equipos de trabajo de las empresas y, especialmente, en los líderes empresariales.
- Universalización de la digitalización. Es decir, trabajar para que la digitalización ayude a disminuir las brechas sociales y laborales existentes.
- Desarrollar una estrategia a largo plazo. No se trata de implementar tecnología por departamentos o proyectos, de forma aislada, sino de adoptar una estrategia a largo plazo, que se plasme en objetivos concretos. La tecnología no es un fin, es un medio, que sirve para aportar mejoras a la empresa.
- Formación y capacitación continua. Tanto de sus trabajadores como de los niveles superiores. Existe mucho gap tecnológico, mucha demanda por cubrir, y poca especialización y capacitación de trabajadores.
- Concienciación y comunicación. Una de las principales barreras en la adopción de las nuevas tecnologías entre las PYMES es que no reciben la comunicación adecuada. Se hace indispensable la colaboración entre la administración y las tecnológicas para aumentar el “awareness” entre las empresas sobre el carácter urgente de la digitalización.
- Accesibilidad: Que las pequeñas empresas puedan digitalizarse pasa directamente por que puedan tener un buen acceso a las herramientas y las ayudas, y esto se conseguirá si la administración aligera los trámites que se requieren. Asimismo, se pone en valor el trabajo del sector del canal en el mundo tecnológico y la colaboración entre los distintos players, ya que el acceso de las grandes marcas a las Pymes y Micropymes es complicado, debido la gran cantidad de empresas, su diversidad de mercados y diferentes necesidades.
“El Plan Nacional de Digitalización de la pyme ofrece una guía, un marco para vertebrar todas las acciones y maximizar el avance de la digitalización en nuestro tejido empresarial. Esto era algo muy urgente y por lo tanto útil y necesario. Pero, obviamente, no podemos quedarnos ahí ya que otra parte del trabajo y del cambio tiene que venir desde las propias empresas”, concluye Cecchin.