Las redes están en todas partes hoy en día, transmitiendo información las 24 horas del día. No somos conscientes de hasta qué punto vivimos conectados y menos aún de cómo exigimos cada vez más de esas conexiones. La pandemia no ha hecho más que acelerar este proceso. Este crecimiento desenfrenado puede acabar desbordando la capacidad de los sistemas y las personas responsables de su mantenimiento.
Por ejemplo, hoy en día no es raro que el responsable de administrar una red de una empresa u organización tenga que lidiar no sólo con una red, sino con varias, y lo que es peor es que muchas veces tiene que además estar pendiente de todas a la vez y al mismo tiempo. No es raro que en estas circunstancias se cometan fallos o se ignoren brechas de seguridad.
Si la tecnología existe para hacernos la vida más fácil, ¿acaso no tiene sentido hacer lo mismo para aquellos que tienen que gestionarla?
Ahí es donde entran las redes definidas por software (en inglés Software Defined Networking, SDN). Se entiende por tecnología SDN a aquel conjunto de técnicas usadas en redes computacionales con el objetivo de facilitar la implementación e implantación de servicios de red para que sean más fáciles de manejar, de esta manera se facilita la gestión del administrador de red. Una red SDN tiene un sistema de software controlador en su núcleo para implementar automáticamente servicios de red y distribución de datos, esto ayuda a la implementación e implantación de servicios de red de una manera mucho más fácil y cómoda.
TP-Link entiende mejor que nadie la importancia de una buena conexión de red y su buena gestión, especialmente en entornos empresariales. Por eso ha expandido su solución Omada; se ha expandido con redes SDN debido a que las redes empresariales tradicionales tienen infraestructuras de red complicadas en las que los dispositivos se tienen que configurar varias veces de uno en uno. Es muy difícil hacer una valoración del estado general en esas circunstancias, cada dispositivo se convierte en una isla desconectada de las demás.
Con TP-Link Omada SDN toda la gestión está centralizada en la nube, gracias a que integra dispositivos de red, incluidos puntos de acceso, switches y routers, lo que garantiza el control de los dispositivos desde una única interfaz, en cualquier lugar y en cualquier momento. La tecnología basada en inteligencia artificial ayuda al personal de TI a analizar posibles problemas de red y a recibir sugerencias de optimización para mejorar la eficiencia de la red. Las redes inalámbricas y cableadas ya no serán una complicación en hostelería, hospitales, escuelas, tiendas y oficinas, entre otros.