La rápida evolución de la tecnología significa que las redes de hoy están cambiando. Después de todo, los dispositivos móviles son una parte importante de la vida diaria, Internet de las Cosas (IOT) continúa expandiéndose y las aplicaciones y servicios de negocio están migrando rápidamente a la nube. Esto significa que la cantidad de ubicaciones distribuidas, y los dispositivos dentro de ellas están aumentando drásticamente, mientras que al mismo tiempo, los usuarios exigen más amplia conectividad, tiempos de respuesta más rápidos y conexiones más fiables.
Teniendo en cuenta el hecho de que las soluciones móviles, IoT y las aplicaciones “cloud” son sensibles a la latencia y dependen en gran medida de infraestructuras fiables, parece lógico sugerir que las organizaciones que utilizan tales soluciones deben buscar consolidar la visibilidad, la administración y el control de sus ubicaciones distribuidas en una única interfaz.
Esto es especialmente importante porque la expansión de las redes actuales no se está produciendo en el data center, sino en el extremo. Esto está aumentando el alcance y la complejidad de la administración de redes y dispositivos, lo que a su vez está superando los límites de las organizaciones de TI actuales.
Estas tendencias tecnológicas están presionando a las organizaciones para que reconsideren sus procesos y modelos de implementación para mejorar el nivel y la calidad de los servicios que ofrecen. Sin embargo, a menudo se carece del tiempo, los recursos o de ambas cosas para evaluar e implementar estas mejoras. Por lo tanto, las soluciones integrales y fáciles de implementar que están optimizadas para mejorar el acceso, la disponibilidad y el rendimiento de los entornos distribuidos se han convertido en herramientas vitales para el éxito. La respuesta, esencialmente, es una solución centralizada que permita realizar el aprovisionamiento, administración y control de la red desde la nube.
Gestión de servicios “core” de red en modo “cloud”: eliminar complejidad y cuellos de botella
DDI hace referencia a la gestión integral de servicios “core” de red como son la asignación de nombres de dominio (DNS), el protocolo de configuración dinámica de host (DHCP) y la administración de direcciones IP (IPAM). Hacer una gestión DDI en entornos distribuidos con parámetros tradicionales puede generar una gran complejidad de la gestión y cuellos de botella.
Por el contrario, realizar la gestión DDI desde la nube no solo ofrece eficiencias de costes, sino que también permite dirigir el tráfico al punto más cercano de donde se van a utilizar las aplicaciones y servicios “As a Service”, con lo que se mejora el rendimiento y se garantiza la operatividad de las ubicaciones distribuidas, en el caso de que se pierda la conexión con el centro de datos.
No se debe subestimar la importancia de esto en muchos sectores de actividad. Por ejemplo, los bancos y las instituciones financieras quieren modernizar sus sucursales, minimizar el tiempo de inactividad y ofrecerles acceso permanente a un número creciente de aplicaciones bancarias basadas en la nube. El comercio minorista, por su parte, debe proporcionar una experiencia de conexión consistente y siempre disponible, sin importar dónde se conecte el usuario o cómo realice las compras, mientras que los centros de salud necesitan un acceso rápido e ininterrumpido a los registros de los pacientes. Sin embargo, al mismo tiempo, deben seguir pautas estrictas de cumplimiento con las normativas y relaciones de protección de datos, especialmente a medida que aumenta la integración entre hospitales, clínicas de salud y centros de rehabilitación.
Además, la DDI “as a service” puede ayudar a las empresas a superar problemas de latencia de backhaul, aprovisionamiento ineficiente centrado en dispositivos y falta de visibilidad. La ausencia de este último hace que la gestión de la seguridad sea una tarea compleja. Una solución DDI nativa “cloud” ayudará a las empresas a reducir aún más los costes, simplificar y proporcionar agilidad a la red de sucursales, optimizar el rendimiento de las aplicaciones y ofrecer la visibilidad y capacidades de monitorización necesarias para administrar la seguridad de manera efectiva.
La gestión de DDI basada en la nube también facilita el trabajo a los administradores de red, ya que les permite aprovisionar, administrar y controlar de manera centralizada y automática las políticas para todas las ubicaciones remotas.
En definitiva, en un mundo que evoluciona rápidamente y se transforma digitalmente, la gestión de DDI basada en “cloud” permite implementar modelos de negocio ágiles adaptados a las necesidades de hoy día, conectando y protegiendo aplicaciones y servicios en cualquier lugar y a cualquier escala. Además, permite automatizar el aprovisionamiento y la gestión, y disponer de visibilidad total sobre aplicaciones y servicios. Cada vez más, las organizaciones están desplegando redes SD-WAN para optimizar la gestión de la conectividad de sucursales y sitios remotos. Incorporando una plataforma DDI basada en la nube, estas organizaciones pueden extender la simplicidad y la agilidad que ofrece SD-WAN a varias capas adicionales del perímetro corporativo, mejorando la disponibilidad, fiabilidad y tiempos de respuesta de la red.