La tecnología puede ser una herramienta poderosa para mejorar la eficiencia, la productividad y la competitividad de las empresas. Pero el éxito no está garantizado.
Con el conocimiento que me proporcionan los años de experiencia en el ámbito de las redes de telecomunicaciones, creo que es vital el modo en el que nos a cercamos al cliente y a sus necesidades. Lo primordial es preguntarse cuáles son sus necesidades, interiorizarlas y, a partir de ahí, escoger las soluciones tecnológicas de mercado que más se adaptan a sus necesidades, y combinarlas de forma eficiente para diseñar un proyecto que impacte en la mejora de su negocio.
Como en cualquier construcción, los cimientos son primordiales. Trasladado a un proyecto tecnológico, el diseño de las redes de telecomunicaciones es la base de cualquier proyecto que tenga vocación de impactar en el negocio.
Redes SD-WAN y SASE: conectividad y seguridad
Los clientes son conscientes del impacto positivo que la digitalización puede tener en la competitividad de sus negocios. Por eso, requieren una mayor conectividad, más rápida, segura, para que ningún incidente afecte a la operación de su negocio. Y, sobre todo, los clientes quieren tener el control de lo que ocurre en su red y capacidad para gestionarla de forma centralizada.
La respuesta son unas redes robustas e inteligentes, que sean fáciles de gestionar, y la tendencia son las redes SD-WAN.
Efectivamente, hasta ahora, las empresas para las conexiones WAN contrataban líneas de comunicación tipo MPLS a los operadores.
Estas líneas tienen un coste importante, hay que recurrir al operador para cualquier cambio de configuración y no proporcionan al cliente visibilidad de cómo se está desarrollando realmente el tráfico en su red. Las redes SD-WAN, por las que optan ahora los clientes, monitorizan el desempeño de cada línea MPLS y direccionan el tráfico por la vía más óptima. Asimismo, optimizan la conectividad a la nube y posibilitan la conexión segura a los data centers globales en la nube.
La conectividad es una de las aplicaciones de las redes SD-WAN. Pero de poco sirve una conectividad optimizada, flexible y ajustada en costes si no es segura. Ahí emerge el concepto de SASE (servicios de acceso seguro en el borde) que permite proporcionar un acceso seguro con independencia de la ubicación de los usuarios, los datos, las aplicaciones o los dispositivos, es decir, los identifica y aplica controles de seguridad basados en las políticas que se definan.
Aliados y certificaciones
A la hora de diseñar redes de telecomunicaciones robustas, eficientes y seguras otro aspecto que no se puede obviar es la calidad de los equipos. Aliarse con los mejores fabricantes es una condición imprescindible. Suman experiencia y capacidades para ofrecer a los clientes redes de telecomunicaciones que realmente activen sus negocios.
Estos fabricantes de primer nivel mundial proporcionan, además, a través de sus programas de certificación, una formación constante y acreditada en los servicios y soluciones que se van incorporando al mercado. Las certificaciones transmiten credibilidad y seguridad a los clientes.
La actitud como valor diferencial
La tecnología es un valor diferencial con fecha de caducidad; cambia constantemente y lo que hoy marca la diferencia, mañana se ha convertido en un elemento común.
De ahí que lo que puede diferenciar a la propuesta de una u otra empresa sean los valores más ‘soft’. Por eso, soy un fan de la actitud.
Actitud para entender las necesidades del cliente. Actitud para estar en permanente aprendizaje. Actitud para establecer y mantener alianzas con los mejores socios tecnológicos. Y, sobre todo, actitud para estar siempre a disposición del cliente, manteniendo una actitud proactiva, cercana y operativa capaz de forjar relaciones comerciales sólidas y perdurables.
Gabriel Laurens, Account Manager de Ikusi en Cataluña
Ikusi
Account Manager de Ikusi en Cataluña
