Antecedentes
Con la llegada de la pandemia ocasionada por la COVID-19 el puesto de trabajo deslocalizado se convirtió en una necesidad inmediata que garantizó, en medio de una pandemia mundial, que la Administración de Justicia continuase funcionando, protegiendo, a su vez, la salud de todos, evitando la interacción social. De este modo en marzo de 2020 el puesto de trabajo deslocalizado se implantó de forma generalizada en tiempo récord. Si bien, es un proyecto con vocación de permanencia en el tiempo ya que tiene un alcance transversal que incide positivamente en la transformación digital de la justicia en su conjunto. A día de hoy desde el Ministerio de Justicia estamos impulsando el puesto de trabajo deslocalizado, junto con otras iniciativas de gran calado que forman parte del Plan Justicia 2030, avanzando en los objetivos de conseguir una justicia más eficiente, conciliadora, verde, transparente y segura, siempre adaptada a las necesidades de la ciu
Retos
Desde el Ministerio de Justicia estamos creando un puesto de trabajo digital seguro y fiable que viene para responder a los objetivos marcados para la Europa que viene después de la pandemia. Los retos a los que nos enfrentamos con la puesta en marcha de esta iniciativa son los siguientes:
• Justicia eficiente, con un uso racional de sus recursos que permitirá afrontar de forma más ágil picos de trabajo.
• Justicia cercana con los profesionales, mejorando la conciliación familiar y laboral.
• Justicia más verde, impactando positivamente en el medio ambiente al reducir los desplazamientos y contribuir a que los habitantes no se concentren en los grandes núcleos urbanos.
• Justicia más transparente gracias a la retransmisión en directo a través de internet de las vistas públicas.
• Justicia más segura, la ciberseguridad, no solo impacta en el puesto de trabajo deslocalizado, sino en la Administración de Justicia en su conjunto.
Fases
Si bien, es un proyecto con vocación de permanencia en el tiempo ya que tiene un alcance transversal que incide positivamente en la transformación digital de la justicia en su conjunto. Por ello, la evolución de este proyecto está dividida en tres fases:
• Respuesta a la pandemia (marzo 2020-mayo 2021): dotación de equipamiento tecnológico, servicios digitales que impidieron que la justica se parase durante la crisis sanitaria.
1- Presente (junio 2021-marzo 2022): Un presente con resultados que ya son una realidad en la que cerca de 13.000 usuarios pueden teletrabajar.
2- Futuro (abril 2022-marzo 2023): Asegurando un futuro sostenible para la justicia del siglo XXI. El trabajo deslocalizado formará parte de nuestra cultura y trayendo importantes beneficios a la sociedad.
Nuevos Servicios
El puesto de trabajo deslocalizado aporta beneficios que inciden en toda la sociedad de forma estructural. Entre otras mejoras se esta iniciativa permite construir puentes para superar la brecha digital y acceder a la sociedad de la información, supone, además, una reducción de la contaminación al evitarse numerosos desplazamientos de los empleados públicos a su al puesto de trabajo físico. Se trata de un servicio de calidad y eficaz y respetuoso con el medioambiente.
Otro de los servicios asociados a la deslocalización del puesto de trabajo ha sido la retransmisión de las vistas judiciales que consigue acercar la justicia a los ciudadanos y, además, favorece la igualdad, permitiendo que ciudadanos o profesionales con movilidad reducida puedan asistir desde su domicilio a las vistas público que sean de su interés. Este servicio ha permitido reducir considerablemente los desplazamientos de las partes a las vistas judiciales y por consiguiente las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Conclusiones
El puesto de trabajo deslocalizado se ha reforzado a causa de la crisis sanitaria pero que ha tiene vocación de permanencia y va a solucionar numerosos problemas. Entre otros, se van a cubrir plazas en sedes donde la demanda es escasa por circunstancias de precio, demográficas, etc. Además, se posibilitará que territorios poco poblados sean habitados por quienes quieran vivir en ellos, fomentando la economía local y luchando contra la España vaciada. Agiliza la labor judicial dando apoyo desde distintas ubicaciones en momentos en determinados órganos judiciales tienen un mayor volumen de trabajo. Se trata de un proyecto que cumple con los objetivos del Plan Justicia 2030 contribuyendo a una Justicia más ecológica, digital y resiliente a los cambios y retos del futuro. Muestra de su éxito son los datos que arroja hasta el momento:
Cerca de 13.000 usuarios con puesto de trabajo deslocalizado.
Más de 350.000 horas de videoconferencia.
Media de 7.500 vistas virtuales al mes.