¿Cuáles son los principales retos a los que se han enfrentado en 2020 y con cuáles cree que se van a encontrar en 2021?
Los principales desafíos a los que nos hemos enfrentado durante la pandemia son las propias restricciones, que han demorado la apertura de nuestro centro de datos, pero después de mucho esfuerzo y trabajo podemos decir que ya está operativo.
En cuanto a los retos de 2021, en DATA4 hemos identificado la sostenibilidad y eficiencia. Un mayor volumen de actividad de este sector ha implicado poner el foco en el impacto ambiental a través de su consumo energético. Los data centers también han formado parte de esta tendencia adecuándose a una actividad más verde, a través de sistemas y soluciones más respetuosas con su entorno. Las alternativas a la refrigeración clásica o la aplicación de tecnologías como la IA para gestionar el enfriamiento de las instalaciones de forma más eficiente son prácticas cada vez más habituales.
Buena prueba de ello fue el anuncio que hicimos recientemente sobre el pacto por la neutralidad climática de los centros de datos. En DATA4 nos hemos sumado a la iniciativa de autorregulación para hacer que los centros de datos en Europa sean climáticamente neutros para 2030.
¿Cree que el mercado de servicios de TI ha sido uno de los más ‘beneficiados’ por la pandemia?
Los servicios TI han experimentado un crecimiento notable durante este último año. En este sentido, los centros de datos han jugado un papel muy importante en la estabilidad de la red. Durante el último año, la mayor parte de la actividad del país se ha trasladado a la esfera virtual. En este sentido, la sociedad y la administración pública ha sido consciente del valor de los centros de datos en momentos como éste donde se disparó el consumo de internet, donde se amplió el teletrabajo y la educación a distancia. Los centros de datos son el pilar del ecosistema digital y el motor de la transformación digital. Por tanto, sí, podemos decir que los servicios de TI han sido de los sectores que menos interrupciones han sufrido durante la pandemia.
¿Considera que su sector estaba preparado para dar respuesta a este nuevo escenario?
Lo cierto es que los Data Centers han soportado los altos volúmenes de tráfico de datos de toda la sociedad en un momento en el que el teletrabajo, la educación a distancia y el consumo de contenido digital se disparaba por completo. La industria de data centers ha vivido una explosión de demanda proporcional al de los servicios digitales y en mi opinión ha respondido con rapidez y eficacia y de una forma totalmente transparente para el usuario.
¿Qué tecnologías han puesto de manifiesto la necesidad de que el mercado de almacenamiento siga adecuándose a un marco tecnológico cada vez más generalizado para las empresas?
Herramientas como la Inteligencia artificial, la analítica avanzada y el auge de los sensores está ayudando a las empresas a optimizar sus recursos. En términos generales, las empresas están acelerando la adopción de soluciones de IoT, Smart Cities, SDWAN para un conjunto más amplio de casos de uso, lo que requiere un procesamiento cada vez más complejo en tiempo real de gran cantidad de datos procedentes de múltiples fuentes. Soluciones como los Smart DC de DATA4, permiten optimizar el rendimiento del centro de datos destacando el impacto de las nuevas tecnologías tanto en los volúmenes de datos almacenados como en la forma de operar de los centros.
¿Cuáles son las tendencias emergentes que se vislumbran ya con respecto a los centros de datos de cara a este año en el que nos encontramos?
Una de las principales tendencias del sector es lograr la máxima eficiencia para contribuir a la sostenibilidad. Además, el auge del Edge Computing ha destacado una nueva tendencia en el sector, contar con centros de datos más cercanos, con el fin de que las organizaciones puedan ganar en autonomía y rapidez. También se está produciendo una evolución natural en la que la especialización y los altos costes que conlleva mantener las instalaciones de los centros de datos y empuja a las empresas a apostar por la externalización al proveedor de colocación.
Otro punto importante es la creciente soberanía de datos y competencia por la energía, con el crecimiento de la computación en la nube, la soberanía de datos es estratégica para el futuro de los países, es importante que Europa apueste por jugadores internos que permitan preservar esta seguridad. Finalmente, también se producirá una mayor automatización, aunque algunas operaciones todavía pueden ejecutarse únicamente de manera manual, el número de esas tareas tiende a reducirse al mínimo.