Teletrabajo, televisión, música en streaming, videojuegos… La demanda de servicios asociados a Internet es cada vez mayor y, en consonancia, también las demandas de fiabilidad, rapidez e interconexión que exigen los usuarios, lo que obliga a seguir trabajando en mejorar la infraestructura. Por lo tanto, reducir la latencia de la red al acercar las aplicaciones digitales y el contenido al usuario final es una de las prioridades de la industria.
Este es el desafío al que se enfrenta el Sur de Europa en general, y la Península Ibérica en particular, a la hora de desplegar las infraestructuras del Internet del futuro, como punto de encuentro para el tráfico procedente de Europa, América, África, Oriente Medio y Asia, y con un potencial significativo para los usuarios y las empresas. Y es que el tráfico de datos ha cambiado drásticamente en Europa en los últimos 5 años, con un aumento de un 47% de los puntos de intercambio desde 2016 en el sur del continente, según datos del estudio “El mapa de interconexión del Sur de Europa”, realizado por TeleGeography para DE-CIX, EllaLink e Interxion el pasado verano.
Parte de este crecimiento se debe al aumento de los centros de datos en algunas metrópolis y en este sentido, la Península Ibérica ha acogido importantes inversiones a lo largo de los últimos cinco años, en ciudades como Lisboa o Barcelona. Pero si hay que poner un ejemplo de este crecimiento en la región es Madrid, que ha presentado un índice de actividad muy elevado y se ha convertido en un área clave que acumula el 25% de este tipo de infraestructuras respecto a otras siete grandes ciudades de la región, según TeleGeography. Y es que la capital española cuenta con una situación geográfica, capacidad y conectividad con el resto del continente europeo que atrae cada vez a más actores del sector para ubicar sus centros de datos, convirtiéndose en el hub digital del sur de Europa.
Un caso claro es la apuesta de DE-CIX por Madrid hace 5 años, que desde su inauguración se ha convertido en una de las puntas de lanza de este crecimiento del sur de Europa. Durante 2021, por segundo año consecutivo, el pico de tráfico de datos registrado en este punto de intercambio aumentó un 50% en los últimos 12 meses, un 114% si lo comparamos con cifras prepandémicas.
Así, junto con Lisboa, Marsella y Barcelona, esta zona geográfica se ha convertido en un punto clave para la industria, con la llegada de centros de datos, futuras regiones cloud y cables submarinos como el de EllaLink, que conecta directamente América Latina y Europa, consiguiendo reducir la latencia de las conexiones entre los dos continentes hasta casi un 50%, y además cuenta con acceso al ecosistema de interconexión de DE-CIX.
Contar con una infraestructura de interconexión lo más cerca posible de los usuarios finales, garantiza la mejor conectividad y la menor latencia posible, factor que se ha convertido en la nueva divisa de la era digital. Por ello es vital que tanto las autoridades y administraciones locales como las propias empresas del sector sigan trabajando para sacar todo el potencial que tiene la Península Ibérica para hacer frente a la creciente demanda de interconexión.