“En España hay contratada cinco veces más potencia de la que el sistema puede generar” aseguraba un experto en el mercado de la electricidad el otro día en la radio. Puede que alguien se llevara las manos a la cabeza, yo no.
Algo que he aprendido de mis clientes es que es muchos WISP piensan que para ofrecer un buen nivel de calidad de servicio es necesario garantizarle al cliente el 100% de su contrato. Si volvemos al mundo eléctrico, esto significaría multiplicar por cinco las centrales eléctricas de las que disponemos, ya que si no lo hacemos no habría forma de que la red funcionase y tuviéramos un buen servicio. En realidad no hace falta, y ahora hablando de nuestro mercado, el porqué tiene un nombre: multiplexación estadística, un nombre muy poco comercial pero que es fácil de explicar.
Partimos de dos premisas: el uso de nuestros recursos y el uso discontinuo que el cliente hace del servicio. Es decir, si yo tengo una capacidad neta de 35Mbps quiere decir que mi recurso está usado al 100% cuando mis clientes usan los 35Mbps y que lo ideal sería que usasen unos 22Mbps.
Para conseguir esto vendiendo a mis clientes un servicio de 6 u 8Mbps es necesario, y digo necesario, vender al menos unos 20-25 servicios de estos. Es decir, un total de al menos 200Mbps. En realidad, esta cifra no está cerrada y depende mucho del tipo de clientes pero es normal encontrarse escenarios con venta de más de 350Mbps, lo que significa un factor de sobreprovisión de x10.
Se puede argumentar que esta postura, desde el punto del operador de servicios, es eficiente, pero es injusta con el cliente. En realidad, para que el cliente reciba un servicio de calidad, es necesario que la interfaz radio tenga soporte para QoS. Si lo tiene, en un escenario de sobreprovisión de x10 como el anterior, estamos garantizando que cada cliente, pase lo que pase, va a recibir al menos un 10% de su servicio, 800kbps lo cual representa una garantía superior al contrato habitual de los operadores fijos nacionales.
En realidad, el cliente se va a encontrar con mucha más capacidad disponible y, en más del 90% de los casos, con el 100% de la capacidad disponible. Pero de nuevo la clave es la calidad de servicio. Si los equipos que se usan permiten establecer garantías por cliente y servicio, reparten el tráfico de bajada y subida de forma justa y proporcional a los contratos, entonces no hay posibilidad de que un número pequeño de clientes abuse del recurso y estropee la experiencia de uso del resto.
Albentia Systems
CTO
