La conectividad ha pasado a convertirse en un elemento clave dentro de la estrategia y el desarrollo de negocio de muchas organizaciones. Las últimas coyunturas económicas, sociales y geopolíticas han dejado patente que las infraestructuras de redes son un valor relevante, no solo para las operaciones cotidianas de las compañías, sino por su valor como habilitador para la transformación digital y por tanto como palanca para el crecimiento económico.
Hay varios ejes estratégicos sobre los que pivotarán las infraestructuras de redes avanzadas para el futuro competitivo de los negocios. Por un lado, el impulso de las redes de área extendida definidas por software (SD-WAN), las posibilidades que ofrece el despliegue del 5G, y el blindaje que aporta la arquitectura SASE frente a las posibles amenazas externas. La integración de estas tecnologías abrirá nuevos escenarios aportando mayor flexibilidad y escalabilidad a las empresas de todos los sectores, desde la sanidad, a la construcción, pasando por la logística o el retail.
El aumento del consumo de datos, el salto al cloud y la necesidad de simplificar las infraestructuras han llevado a las empresas a la instalación de redes SD-WAN. Entre los beneficios de su implementación no solo encontramos una mejora productividad y movilidad en las empresas, sino un ahorro de costes y mayor solidez en las conexiones de toda la organización. Además, las soluciones de conectividad remota motivadas por la explosión del teletrabajo y el incremento del ancho de banda favorecen las conexiones desde localizaciones distribuidas. A ello se une la posibilidad de contar con un mayor control y gestión centralizado, el almacenamiento de información en la nube y la resolución de conexiones complejas.
Adicionalmente, la irrupción y aumento de dispositivos de IoT, han aumentado estas necesidades de conectividad global y distribuida, en las que SD-WAN aporta un valor diferencial. En este contexto, el despliegue del 5G jugará un papel clave, gracias a la mejora que ofrece en el ancho de banda, la velocidad de las conexiones y la baja latencia. Estos elementos posibilitarán a las empresas dar respuesta a retos inminentes, tener un control en tiempo real de sus actividades, impulsar el uso autónomo de drones, virtualizar las redes y optimizar procesos y costes.
Y junto a estos avances, otro aspecto fundamental para los entornos empresariales es la seguridad. La integración con SASE (Secure Access Service Edge) posibilita la integración de la seguridad de extremo a extremo en el servicio, fortalece la protección de los datos y refuerza los controles de acceso a redes con una capa de seguridad, cualidades que harán que esta tecnología tenga un incremento exponencial en los próximos años. Según Gartner, el gasto mundial en SASE alcanzará los 9200 millones de dólares en 2023, un aumento del 39% con respecto a 2022.
Por último, para poder llevar a cabo la implementación de una arquitectura sólida y avanzada de comunicaciones, partners tecnológicos como Deutsche Telekom Global Business son esenciales y contribuirán a adaptar las infraestructuras a las necesidades específicas de cada compañía con el fin de impulsar su competitividad empresarial.